Alicante

El recorrido por los doce partidos que han marcado la historia del Hércules llega su fin. Recordamos la rivalidad con el Valencia y por qué el 21 de abril es una fecha especial para el Hércules y una negra para el Real Madrid.

Hércules-Valencia 3-0

Con el Hércules cómodamente instalado en Primera, los partidos ante el Valencia se convirtieron en un clásico del fútbol español en la década de los 70. El 14 de enero de 1979, el conjunto alicantino devoró al valenciano con una actuación estelar del balcánico Miodrag Kustudic, autor de los tres goles. El Valencia, que erró un penalti por medio de Kempes, fue un juguete ante el conjunto blanquiazul, entrenado por Benito Joanet, a pesar de tener en sus filas futbolistas como Bonhof, Felman o Solsona.

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Valencia-Hércules 0-2

Otro de los triunfos que quedó grabado a fuego en la memoria de la afición herculana por la rivalidad existente entre ambas ciudades. El del Valencia nunca fue un campo fácil para el Hércules, que aquella noche de septiembre de 1980 no solo se llevó los puntos, sino que además provocó un incendio en las gradas de Mestalla, al punto que el partido tuvo que ser suspendido por el colegiado José Emilio Guruceta en los últimos minutos por el lanzamiento masivo de almohadillas por parte del público, muy crítico con su equipo.

Kustudic y Churruca marcaron para los blanquiazules en la segunda parte ante un Valencia repleto de jugadores de máximo nivel, como Tendillo, Subirats, Solsona, Saura o el uruguayo Fernando Morena. Ese Valencia poco tenía que ver con el actual, ya que era una superpotencia nacional y europea, al punto que era el vigente campeón de la Recopa y solo unos meses después levantaría la Supercopa de Europa ante el Nottingham Forest.

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Hércules-Real Madrid 3-0

Otra de las grandes proezas de la historia del Hércules llegó en la Copa del Rey. El equipo alicantino goleó al Real Madrid en el partido de ida, disputado un 23 de febrero de 1977, gracias a los goles de Baena y Charles (2-0) en una noche inolvidable para la parroquia blanquiazul.

Cuenta la leyenda que a Arsenio no le interesaba mucho seguir en el torneo, ya que era un desgaste innecesario para el gran objetivo de la Liga, por lo que apostó por varios suplentes para la vuelta, pero el equipo respondió. Pirri puso el 2-0 a falta de 20 minutos, pero el equipo blanquiazul aguantó el chaparrón blanco. En esa edición de la Copa el Hércules también se cargó al Valencia y solo el Betis, campeón al final del torneo, le pudo frenar por penaltis en cuartos de final.

Pamplona, tierra prometida

No es un partido, son dos. El estadio El Sadar de Pamplona, guarida de Osasuna, marcó un punto de inflexión para el Hércules en la década de los 70. En apenas cuatro años logró en este escenario dos ascensos, pasando de Tercera a Primera. El primero llegó tras una promoción a finales de junio de 1970 y el segundo en la última jornada de la liga regular (1-2) del curso 73-74. Para la memoria y el orgullo queda la icónica imagen del legendario guardameta paraguayo Humberto Núñez abandonando el terreno de juego de rodillas. Pamplona fue el punto de origen del mejor Hércules de siempre.

Real Madrid-Hércules 0-1

Hay que viajar a la España de la posguerra para encontrar una de las primeras proezas del Hércules. También un 21 de abril —¿recuerdan?—, fecha icónica para el Hércules, el equipo alicantino lograba su primera victoria en el campo del Real Madrid, si bien en aquella época no existía el abismo deportivo y económico que hay hoy en día entre las dos entidades. Tormo, en el minuto 62, firmó el gol y una victoria de enorme prestigio para un Hércules que finalizó sexto en el campeonato.