Benidorm

Competir en Europa fue un sueño para el TM Benidorm y en especial para el presidente, Javier Abinzano, desde que el club pisó por primera vez la élite del balonmano español hace ocho años. El deseo se convirtió en obsesión cuando el equipo, por culpa de un falso brote de Covid en su plantilla, fue eliminado en su primera experiencia con un torneo continental hace dos temporadas sin que pudiera competir ni siquiera fuera de España.

El club no desfalleció y siguió trabajando para alcanzar la meta. Y logró de forma brillante su objetivo el pasado año, aunque a un precio muy caro. Y no solo deportivamente. Más allá de la dificultad que supone lograr la clasificación en una Liga como la española, donde de salida ya hay varios equipos fuera de concurso por su potencial económico y social, la EHF Liga Europea no es en absoluto rentable para un club de perfil medio, aunque es indudable que otorga prestigio y solera, algo que no se puede comprar.

El TM Benidorm dispone de un presupuesto de unos 900.000 euros para toda la estructura del club y solo la competición europea se come más de 200.000, sin contar el canon o fianza, de otros 18.000 euros, impuesto por la EHF para participar en la competición.

[El TM Benidorm hace valer renta en Zúrich y alcanza la fase de grupos (34-30)]

A la inversión en la plantilla, que necesariamente tiene que ser más amplia que en años anteriores para competir en dos frentes –La Liga y Europa-, se suman los gastos de viajes –vuelos y hoteles- y las mejoras obligadas que debe llevar a cabo el TM Benidorm para acondicionar su pista, un pabellón multiusos como el Palau d’Esports l’Illa de Benidorm, a las exigencias y caprichos de la EHF.

Además del realizado a Zúrich en la anterior eliminatoria, el TM Benidorm afrontará desplazamientos largos y caros en la próxima fase de grupos a ciudades de Suecia, Islandia, Alemania, Francia y Hungría. Por mucho que el club tire de hoteles de gama media, los gastos se disparan por culpa del precio de los viajes en avión, que han aumentado exponencialmente su coste como consecuencia de la crisis energética.

Cambios en casa

A esta partida hay que unirle otro peaje, ahora como anfitrión europeo. El equipo local tiene que buscar y pagar el alojamiento de los delegados de la EHF y del equipo arbitral de cada partido durante su estancia en Benidorm.

El acondicionamiento del pabellón es otro de los puntos calientes para el TM Benidorm, al que la EHF obliga a cambiar su actual pista, que debe ser monocromática –no en dos tonos de azul como la actual- y con el borde negro por exigencias del guion. También debe el club mejorar la potencia lumínica del pabellón y montar 80 metros de luz led perimetral para publicidad, lo que coloquialmente se conoce como U televisiva.

Por si fuera poco gasto, el TM Benidorm, que pese a su crecimiento deportivo sigue manteniendo una estructura operativa casi familiar, liderada por Jaime Alvado, tiene que hacerse responsable de la producción de la retransmisión del partido con unos mínimos de calidad y subir las imágenes al satélite para su difusión internacional.

La federación europea también es extremadamente rígida en lo que se refiere a accesos, protección de la zona de los deportistas, espacio de juego y ubicación de espectadores, algo que en el Palau es bastante casi imposible controlar al tratarse de un recinto multideportivo en el que conviven diversas actividades.

A pesar de todos los dolores de cabeza y de bolsillo que implica jugar en Europa, el TM Benidorm asume la aventura continental con ilusión. "Vamos a disfrutar de cada partido de esta competición", afirma Fernando Latorre, entrenador del equipo, mientras su presidente ya mira al futuro en busca del siguiente objetivo.

Abonos

Tanto gasto obliga a buscar fuentes de ingresos y una de ellas es las taquillas. El club ha sacado a la venta un abono especial al precio de 30 euros para que sus abonados puedan presenciar los cinco partidos de la fase de grupos de la Liga Europea. El precio del abono para el público no abonado estará en función de la zona del pabellón en la que se ubique, oscilando entre los 60 euros para la grada alta y los 80 de la grada baja a pie de pista.

Los precios en la taquilla para cada partido variarán entre los 20 y 25 en la grada baja y 15 y 20 euros en la grada alta. Los abonos se podrán adquirir ya en las oficinas del club benidormense.

En esta fase de grupos, que se disputará de octubre a febrero el TM Benidorm recibirá en su pista la visita del Valur islandés (1 de noviembre), el Flensburg Handewitt alemán (6 de diciembre), el PAUC Handball francés (13 de diciembre), el Ystads sueco (7 de febrero) y el Fevençaros húngaro (21 de febrero).