Alicante

El Balonmano Benidorm no sale del bucle. Desde que se declaró la pandemia, en marzo del pasado año, dejando al club sin poder celebrar el éxito en la Copa del Rey, el equipo de Fernando Latorre vive un martirio deportivo. A la eliminación europea por un falso positivo y varios parones obligados durante el pasado campeonato se unen dos brotes en su plantilla esta misma temporada, el último detectado este pasado jueves.

La noticia ha hecho que el Comité de Competición de la Real Federación Española de Balonmano conceda el aplazamiento de sus dos próximos partidos de la Liga Asobal. El equipo benidormense ha querido dejar claro que todos los jugadores del club tenían la pauta de vacunación completa contra la Covid-19. 

El cuerpo técnico tenía la sospecha de que alguno de sus jugadores podría estar afectado, por lo que solicitó las pruebas médicas. Los resultados no pudieron ser más contundentes, ya que cinco de los miembros de su plantilla dieron positivo por covid. Ante esta situación, y siguiendo los protocolos sanitarios, el Balonmano Benidorm ha solicitado a la Liga Asobal y a la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM) el aplazamiento de sus dos próximos partidos ante León y Torrelavega.

El club benidormense ya solicitó el aplazamiento de dos partidos en el pasado mes de septiembre, ante Granollers y, de nuevo el Torrelavega, por un brote en su vestuario que llegó a afectar a nueve componentes de la plantilla. El club, que no descarta ampliar la solicitud de aplazamiento a más jornadas, queda de momento a la espera de la confirmación del aplazamiento por parte de los organismos pertinentes, que se espera llegue durante las próximas horas.

Desesperación

El nuevo contratiempo ha conmocionado a la plantilla del Benidorm, incapaz de poder adquirir ritmo de competición. La situación comienza a ser muy similar a la vivida el pasado curso, en la que el conjunto que entrena Fernando Latorre llegó al segundo mes de la competición con más partidos aplazados que disputados. Esta situación obligó al equipo, rezagado en la clasificación, a realizar un esfuerzo extra en los meses finales del año, jugando dos partidos por semana, para evitar hundirse en la tabla.

Y es que el nuevo brote llega en el peor momento posible, ya que el Benidorm debía afrontar un calendario cargado y muy exigente hasta las vacaciones de Navidad. En apenas un mes, el equipo de Latorre tenía que disputar seis encuentros de la Liga Asobal más una eliminatoria de la Copa del Rey a partido único en Ibiza.

La situación es preocupante en lo deportivo, porque un equipo casi nuevo no logra tener continuidad, pero también obliga a la entidad a replantearse situaciones del día a día y a extremar las precauciones de todos sus empleados, tanto en el ámbito del trabajo en el Palau como en el personal.

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