Alicante

Este jueves ha arrancado, con la misma ilusión de siempre pero con un punto más de ambición, el octavo proyecto del Balonmano Benidorm en la Asobal. El equipo que dirige en los despachos Javier Abínzano y en la pista Fernando Latorre ya se ha convertido en todo un clásico del balonmano español que, pese a su modestia, sigue soñando en grande.

Así lo ha demostrado el presidente, quien en su tradicional discurso previo al entrenamiento ha pedido a la plantilla que debe luchar por el sexto puesto, lo que equivale a igualar la mejor clasificación histórica de la entidad, que precisamente data de su primera experiencia en la élite.

Y ya puestos a pelear por la sexta posición, por qué no por Europa, asignatura pendiente del Benidorm, sobre todo tras la amarga experiencia del pasado curso, cuando fue apeado de la competición continental en los despachos.

Abínzano ha estado acompañado en la presentación, como es costumbre, por el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, y gran parte de la corporación local. El alcalde ha definido al equipo como "la bandera deportiva" de la ciudad y señala que el reto del club es "seguir ilusionando" a los benidormenses en unos momentos complicados por la pandemia.

"Hay una sociedad que se mira en ese espíritu que imprimís en todos vuestros partidos", ha comentado a los jugadores Toni Pérez, quien desea que pronto toda la afición del Benidorm pueda disfrutar de su equipo en las gradas del Palau. El alcalde también garantiza que a pesar de la crisis económica provocada por la pandemia el Ayuntamiento cumplirá con todos sus compromisos con el club, muy necesitado de apoyos en su intento por seguir creciendo. "Estáis empujando un barco enorme con un esfuerzo colosal y seguro que se van a conseguir los objetivos", ha comentado el alcalde a los directivos.

Crecer y crecer

Tras dar la bienvenida a los nuevos jugadores, Abínzano, que reconoció que la pasada temporada dejó en la entidad un sabor "agridulce" por la eliminación del equipo de Europa en los despachos, mostró su versión más exigente y ganadora. "Ahora solo importa el presente y el futuro. Estoy contento con la configuración de la plantilla y su mezcla de veteranía y juventud", afirma el presidente, quien asegura le ha dado al entrenador "el equipo que él quería".

El presidente ha recordado que el primer objetivo es la permanencia, si bien ha añadido que el club lleva tiempo trabajando para conseguir "algo más". "No nos vale cualquier cosa. Tenemos que ir a más, marcarnos nuevas metas e intentar ser mejores. Solo pido a los jugadores que lo den todo hasta el último minuto del último partido de la temporada", añade Abínzano, quien recuerda que el Benidorm es "un equipo pequeño en dimensiones, pero grande en trabajo, corazón y esfuerzo".

En lo estrictamente deportivo, el Balonmano Benidorm ha regresado a la pista con un proyecto nuevo –diez bajas y nueve altas–. El club ha contratado al portero Roney Franzini, al extremo José Mario Carrillo, a los laterales Edu Calle y Luisfe Reina, los centrales Álvaro Ruiz y Nacho Valles, y los pivotes Iker Serrano y Pedro Borba, a las que falta añadir a Pablo Colo Vainstein, que se encuentra disputando los Juegos Olímpicos de Japón con Argentina.

También contará con las novedades de los jóvenes argentinos Joaquín y Santiago Barceló, dos de las grandes promesas del balonmano sudamericano, y con el eldense Juan Carlos Sempere.

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