Durante su larga vida, el recientemente fallecido a los 94 años Patrick Ryan, conocido como 'el sacerdote terrorista' del IRA, pasó de servir a Dios a alinearse con el diablo.
Irlandeses y británicos recuerdan la figura del exreligioso, que murió el pasado 15 de junio por enfermedad tras haber dejado un reguero de muertes con sus bombas y su odio al Reino Unido.
Su nombre forma parte de la historia del conflicto irlandés moderno, The Troubles, y está vinculado a la ciudad de Benidorm.
Allí se refugió durante una década en los años ochenta para blanquear millones de euros procedentes de donaciones para financiar la lucha republicana irlandesa.
Para entender cómo este religioso terminó en Benidorm y siendo el hombre detrás de las bombas que causaron decenas de víctimas —entre las que, de milagro, no se cuenta la exprimera ministra británica Margaret Thatcher— hay que retroceder hasta mediados del siglo XX.
De misionero a terrorista
Ordenado sacerdote en 1954 por la congregación de los Padres Palotinos en Thurles, Ryan dedicó inicialmente su vida al servicio misionero en Tanzania, donde construyó escuelas, clínicas y se convirtió en piloto para entregar medicinas en zonas remotas.
Su habilidad como ingeniero autodidacta y su carisma lo convirtieron en un misionero ejemplar durante más de una década. Nada hacía presagiar que acabaría consumido por una radicalización extrema.
Patrick Ryan y Margaret Thatcher y el hotel donde atentó el IRA contra la exprimera ministra de fondo.
Las historias familiares sobre la resistencia irlandesa contra los británicos durante la Guerra de Independencia lo empujaron a abandonar los pasos de Dios para centrarse en sembrar el terror entre sus vecinos británicos.
Hacia finales de los años sesenta, comenzó a desviar fondos destinados a las misiones africanas para financiar al IRA en sus enfrentamientos contra las fuerzas británicas en Irlanda del Norte.
Sus acciones lo llevaron a abandonar el sacerdocio en 1973 y a entregarse en cuerpo y alma a la causa nacionalista.
Creador de bombas
Su contribución más letal al IRA fue la reingeniería de los Memo Park timers, unos temporizadores suizos originalmente diseñados para recordar la expiración de recibos de estacionamiento.
En 1975, mientras estaba en Ginebra, Ryan descubrió estos dispositivos en el escaparate de una tienda y compró todas las existencias disponibles.
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Los reconfiguró para convertirlos en detonadores de bombas más precisos y seguros, lo que revolucionó la capacidad operativa del IRA.
Se le atribuye la participación en múltiples atentados en los que se utilizaron estos mecanismos.
El más famoso de todos fue el atentado de Brighton (1984), en el que se intentó asesinar a Margaret Thatcher colocando uno de sus artefactos explosivos en el baño del hotel Grand, donde se alojaba la entonces primera ministra. El ataque dejó cinco muertos.
También se usaron sus dispositivos en la emboscada de Warrenpoint (1979), que causó la muerte de 18 soldados británicos, y en los atentados de Hyde Park y Regent's Park (1982), que acabaron con la vida de otros 11 militares.
Refugio en Benidorm
En 1975, Ryan se instaló en Benidorm, ciudad que utilizó como refugio durante los años ochenta. Desde allí, reclutó a una ciudadana británica —su pareja por entonces— para contrabandear dinero para el IRA, que él mismo recaudaba de diplomáticos libios en París y Roma, según recuerda The New York Times.
La elección de Benidorm no fue casual. La Costa Blanca ofrecía ventajas estratégicas para las operaciones clandestinas del IRA, como el anonimato entre el elevado flujo de turistas, movimientos financieros con escasa supervisión y una nutrida comunidad de británicos e irlandeses.
Estado en el que quedó el Hotel de Brighton tras el atentado a Margaret Thatcher. Foto: Ariel
Según The Telegraph y varias fuentes biográficas, desde Benidorm Ryan canalizó y blanqueó millones de euros en donaciones gracias a su estrecha relación con el dictador libio Muamar el Gadafi.
Su carisma, inteligencia y dominio de cinco idiomas lo convirtieron en un intermediario ideal en las negociaciones internacionales del IRA.
El 29 de junio de 1988, Ryan fue arrestado por la policía belga en Bruselas, adonde había llegado directamente desde Benidorm.
Reconocimiento
En 2019, durante una entrevista histórica con la BBC, Ryan admitió finalmente su implicación en múltiples atentados del IRA.
Cuando se le preguntó si Margaret Thatcher tenía razón al vincularlo con el atentado de Brighton, respondió: "Cien por cien".
Lejos de mostrar arrepentimiento por el dolor y las víctimas que dejó tras de sí, declaró: "Lamento no haber sido más efectivo. Me hubiera gustado haber sido mucho más efectivo, pero no lo hicimos tan mal".
En su funeral, con una emotiva oración fúnebre, lo describieron como "un orgulloso irlandés, un republicano irlandés orgulloso, impenitente e inquebrantable"