Alicante

En el corazón del Parque Natural de Serra Gelada, en el litoral de la Marina Baixa alicantina (l'Alfàs del Pi), se encuentra uno de los faros históricos más importantes de la Comunidad Valenciana, el del Albir.  Inaugurado el 30 de abril de 1863, actualmente se accede a través de un camino muy cómodo para el visitante de 2,5 kilómetros de distancia que suple al difícil y traicionero sendero que antiguamente se recorría en burro o a pie.

La excursión al Faro del Albir es apta para toda la familia, por lo que frecuentemente se ven caminantes con carritos de bebés, niños y paseantes con perros. Los desniveles son moderados y tan sólo el viento frío en invierno o caliente en verano constituye alguna incomodidad.

El sendero permite ver increíbles paisajes tanto en el mar, desde donde se divisa Altea y Calpe, como de la montaña, con su bosque mediterráneo. Poco a poco serpentea entre acantilados y la falda de la montaña donde, como explica la web de Turisme de la Comunitat valenciana, se pueden observar "sorprendentes formaciones geológicas como la Cueva de la Ballena en l’Albir o las minas de cobre y calas y playas".

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Por el camino, el senderista puede observar la Torre Bombarda, "que sigue vigilando el horizonte de la bahía de Altea y que fue construida por orden de Felipe II". Se sitúa justo al lado del faro y se usaba para proteger la costa de las invasiones de piratas bereberes y contrabandistas.

Vista del Peñón de Ifach y Calpe desde el sendero del faro del Albir.

Como explica la información municipal, "originalmente el faro solía ser la casa de la persona encargada de velar por la seguridad de los barcos. La luz del faro era alimentada con aceite que había que traer en burro. A día de hoy, el faro está automatizado y alimentado por energía solar renovable".

Minas de ocre

Para los senderistas que quieran ampliar el recorrido, el camino ofrece la posibilidad de enlazar el sendero asfaltado con veredas que le llevarán a las minas de "ocre", "una pequeña explotación que funcionó desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX. Los restos conservados corresponden a la vivienda del capataz y a otras instancias relacionadas con la explotación minera", explica la web welcomealfas.com.

Mina de ocre en l'Alfás del Pi. welcomealfas.com

"El ocre es una mezcla de arcilla con óxido o hidróxido de hierro que se empleaba, desde la prehistoria, como colorante para pintura. La mina Virgen del Carmen en Serra Gelada, esconde muchas historias de las personas que vivieron y trabajaron aquí para sacar adelante esta pequeña explotación minera", explica el mismo portal.

El observador puede ver todavía "la línea de pilares que bajan por el barranco servía de soporte para los raíles de las vagonetas que llevaban el mineral hasta la orilla. Una vez allí, el ocre se embarcaba en barcazas que lo transportaban hasta un barco fondeado en la bahía".