Benidorm

La "rotura de stock" a nivel mundial en el mercado de los microchips es la causa que explica que el centro cultural de Benidorm no pueda aún ponerse en marcha pese a que las obras de la primera fase están ya finalizadas, según la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV).



El director general de la SPTCV, Antonio Rodes, ha comparecido este miércoles en una de las salas del centro para explicar que, a pesar de que la obra concluyó el pasado 30 de septiembre, el centro no se puede abrir porque falta un centro de transformación donde "no se han servido los microchips necesarios".



A pesar de que la SPTCV dice haber urgido a la empresa a conseguir los referidos microchips, Elecnor ha trasladado como último plazo finales de octubre para que pueda recibir suministro, una fecha por la que Rodes dice "no poner la mano en el fuego" y sentirse "impotente" por "no poder hacer nada" al tratarse de un problema "a nivel mundial".



Incluso se trató de llegar a una solución provisional con la empresa para agilizar la apertura pero finalmente se descartó porque "no compensaba todo lo que había que hacer para adelantar dos o tres semanas".



Rodes ha admitido que la obra, cuya finalización estaba prevista para mayo de 2021, ha sufrido un retraso de cuatro meses que, además de a la falta de microchips, atribuye a los efectos colaterales de la pandemia y a lo ajustado de las obras de urbanización del entorno.



Además, ha afirmado sentirse mal por tener que dar "explicaciones por 4 meses de retrasos cuando hemos rescatado una obra que llevaba 10 años parada".

Dos millones de modificados

Las obras de la primera fase comenzaron en 2019 y se ha actuado sobre una superficie superior a los 11.000 metros cuadrados, de los cuales 2.000 se destinan al auditorio y 9.000 al conservatorio.



En este tiempo el proyecto ha sufrido modificaciones y de los 10,5 millones previstos inicialmente ha pasado a costar 12,7 principalmente para atender a las mejoras sugeridas por el ayuntamiento para los Conservatorios de Música y Danza.



Éstos cuentan con 20 salas instrumentales, 3 salas teóricas, 8 salas de estudio y una sala de orquesta y coro entre otras dependencias.



El auditorio menor que se recoge en la primera fase ha tenido que adaptarse a la normativa actual y ha reducido el número de butacas de las 560 previstas a las 450 actuales para poder cumplir el código técnico.



Con respecto al aparcamiento, Rodes ha indicado que la obra está finalizada pero que no se va a poner en funcionamiento porque parte del mismo no tendría la cubierta impermeabilizada dado que estos trabajos se contemplan para la segunda fase de la obra.

Siguientes pasos

La segunda fase, "definitiva" según Rodes, comenzará a definirse una vez se entregue por parte de la Generalitat la primera. No se recoge en los presupuestos autonómicos 2020 pero sí confía en que habrá partida para 2023 en los presupuestos de la Generalitat.



Aún así el director general de la SPTCV recuerda que el proyecto es de 2004 y que probablemente habrá que redefinirlo "y consensuarlo con el Ayuntamiento" para adaptarlo a las necesidades actuales de la ciudad.



Incluso contempla Rodes la posibilidad de estudiar la "colaboración público-privada" para poder acometer la segunda fase dado que "son decenas de millones de euros" la inversión necesaria para culminar las instalaciones.



Rodes ha especificado que la primera fase solo ha actuado sobre un 30 % del total del proyecto previsto. 

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