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Agentes de la Guardia Civil en Alicante han arrestado en la localidad de Tibi al propietario de una empresa vinculada con una presunta estafa que afecta al menos a diez personas en distintas zonas de España. El individuo ofrecía, a través de una plataforma digital de compraventa, furgonetas grandes que supuestamente transformaba en vehículos cámper habitables.

Cada unidad se comercializaba por un precio medio de 20.000 euros, aunque algunas víctimas llegaron a adelantar más de la mitad del coste sin recibir nunca el producto prometido.

La investigación comenzó el 16 de junio, cuando una mujer denunció en el cuartel de la Guardia Civil de Ibi haber sido engañada tras reconocer a la empresa implicada en un reportaje televisivo de ámbito nacional. El programa exponía un caso de fraude relacionado con la venta de furgonetas camperizadas que jamás eran entregadas, pese a haberse cobrado sumas importantes por adelantado.

La denunciante relató que en septiembre de 2024 acordó la compra de una furgoneta cámper a través de una página de compraventa online. Pagó 11.000 euros por adelantado —de los 18.000 pactados en total— con la promesa de que el vehículo le sería entregado, completamente acondicionado, en noviembre del mismo año. Sin embargo, pasaron nueve meses sin que recibiera noticias o el vehículo. Ante sus reiteradas reclamaciones, el vendedor ofrecía excusas poco convincentes, lo que reforzó sus sospechas al ver el reportaje.

Tras recibir la denuncia, agentes del Área de Investigación de Ibi comenzaron las pesquisas y localizaron un taller en la zona donde el acusado alquilaba varias plazas de aparcamiento. Allí encontraron ocho furgonetas, pero ninguna mostraba signos de haber sido modificada o estar en proceso de conversión para uso como vivienda móvil.

Durante la inspección, los agentes constataron que los vehículos habían sido importados desde Alemania y aún estaban registrados a nombre de sus anteriores dueños, todos ciudadanos alemanes. En algunos casos, se descubrió que la misma furgoneta había sido “vendida” a más de un comprador al mismo tiempo.

Además, se detectaron más víctimas en otras provincias como Granada, Baleares, Navarra y Sevilla, todas afectadas por el mismo método: se ofrecía un servicio de camperización, se cobraba por adelantado, y luego no se entregaba nada. La empresa enviaba contratos incompletos, sin firmar ni fechar, y sin concretar un plazo de entrega. Para dificultar su rastreo, el acusado utilizaba cuentas bancarias que no estaban a su nombre para recibir los pagos.

Tras un mes de trabajo exhaustivo recabando pruebas y localizando al sospechoso —que ya era consciente de que estaba siendo buscado—, finalmente fue arrestado el pasado 16 de julio en Tibi. Se trata de un hombre español de 46 años, sobre el que pesan varios cargos por estafa, al haber cobrado por vehículos que nunca entregó ni transformó. También tenía órdenes de búsqueda activas emitidas por juzgados de Ayamonte (Huelva) y Granollers (Barcelona) por hechos similares.

El caso ha sido remitido al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ibi, que ha decretado su puesta en libertad con medidas cautelares.