Dos ciudadanos británicos han sido entregados a la Guardia Civil por la Policía Local de El Campello (Alicante) tras ser sorprendidos esta madrugada durante un control rutinario mientras viajaban en un coche que transportaba herramientas potencialmente utilizadas para forzar y sustraer vehículos.
Según informa Efe, la actuación tuvo lugar en el Camino de la Tocha. Durante la inspección del vehículo, los agentes detectaron que tanto el conductor como el pasajero mostraban una actitud visiblemente nerviosa y alterada, lo que motivó una revisión más exhaustiva del automóvil.
En el interior del coche, los agentes localizaron diversos objetos sospechosos, entre ellos un bombín, una llave de coche, una cámara de vídeo de pequeñas dimensiones, un lector de diagnóstico OBD, un dispositivo para localizar señales inalámbricas —que podría ser empleado como inhibidor de frecuencias—, así como guantes, gorras negras, una braga para el cuello, cinta adhesiva de embalaje, varios destornilladores con forma de ganzúa y un martillo.
Un comunicado emitido por el Ayuntamiento de El Campello detalla que algunas de estas herramientas están diseñadas para manipular cerraduras mediante la rotación de componentes hasta simular la forma de una llave original, permitiendo así la apertura del vehículo sin causar daños visibles.
Además del material intervenido, los agentes también requisaron varias dosis de marihuana que portaban los individuos. Ambos fueron puestos a disposición de la Guardia Civil, y se confirmó que el conductor dio positivo en la prueba de detección de drogas.
Pintadas contra una asesoría
Agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo la detención de un hombre de 63 años en la ciudad de Elche, al que se le atribuyen presuntamente los delitos de daños materiales, injurias y calumnias.
El arrestado habría estado realizando durante varios meses numerosas pintadas en distintos puntos de la ciudad, todas ellas dirigidas contra una empresa de asesoría ubicada en la localidad.
La investigación policial comenzó a raíz de las denuncias interpuestas por el gerente del negocio afectado, quien observó con preocupación cómo, en repetidas ocasiones, aparecían mensajes ofensivos y calumniosos en las inmediaciones de su empresa y en otros lugares del municipio.
Estos actos vandálicos, de carácter reiterativo, estaban claramente enfocados en dañar la imagen del establecimiento y perjudicar su reputación pública.
Durante el desarrollo de las pesquisas, los agentes constataron que el autor de las pintadas actuaba con premeditación, escogiendo zonas poco frecuentadas, apartadas del centro urbano y en horarios nocturnos, con la clara intención de pasar desapercibido y evitar ser identificado por testigos o cámaras de vigilancia. Esta estrategia dificultó inicialmente las labores policiales, al no disponer de evidencias inmediatas.