Alicante

La Audiencia de Alicante ha condenado a un año de prisión a un hombre de 34 años como autor de un delito de abusos sexuales por tocarle la vagina a una mujer, pareja de un conocido del acusado, cuando la víctima, su novio y el procesado estaban tumbados en la misma cama.

La sentencia recoge el voto particular emitido por una de las magistradas que formaba parte del tribunal, por el que considera probado que el procesado, de nacionalidad argentina, también introdujo los dedos en el órgano sexual de la víctima, sin limitarse a tocarlo de forma exterior, tras dar plena credibilidad al testimonio de la perjudicada. Con ello, la magistrada apunta que corresponde imponer al acusado una pena de cuatro años de privación de libertad.

Los hechos ocurrieron en el domicilio de dicho conocido, en el municipio alicantino de Petrer, en la madrugada del 13 de diciembre de 2020. La resolución judicial estima probado que el acusado se encontraba en la vivienda de la pareja de la víctima junto a otros dos amigos, tomando alcohol y "una droga llamada tusi" que había traído uno de ellos.

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En un momento de la noche, la víctima se retiró a la habitación para dormir. Después, pidió que su pareja le llevase un vaso de agua y este entró para acercárselo junto al acusado. El novio de la víctima se acostó junto a ella y se pusieron a hablar, mientras el acusado se acostó en otro extremo de la misma cama.

En un momento dado, el procesado introdujo la mano bajo las sábanas y le tocó los genitales a la mujer, sin que ella se impusiese al creer que se trataba de su compañero sentimental. La víctima presentó denuncia al día siguiente al descubrir quién había sido el autor de los tocamientos.

El acusado negó los hechos durante el juicio y aseguró que no recordaba mucho de lo sucedido puesto que había consumido alcohol y drogas. Por su parte, la pareja de la mujer declaró que el procesado había practicado los tocamientos, aunque negó que le hubiera introducido los dedos en los genitales.

Así, el fallo solo estima probado el episodio de tocamientos. De este modo, la mayoría de magistrados del tribunal considera al procesado autor del delito de abusos sexuales por el que establece una pena de un año de prisión, además de la prohibición de comunicarse con la víctima durante cuatro años. También deberá indemnizarla con mil euros por los daños morales ocasionados.