La dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930) abrió el camino para que en España pudiesen gobernar las mujeres, aunque por aquel entonces no estaba reconocido el sufragio femenino. En aras a modernizar la estructura del Estado, los políticos de la época intentaron aprobar el sufragio femenino para las elecciones municipales en el caso de las "cabezas de familia", pero no se convocaron nunca esos comicios.
Sin embargo, si se dieron casos de designación directa de mujeres como alcaldesas. Y la primera fue Matilde Pérez Mollá, como primera edil de Quatretondeta, un pequeño municipio de la montaña alicantina. Según recuerda la Universidad de Alicante en su blog Mujeres activistas modernas, "fue designada en 1924 por el gobernador civil y militar de la provincia de Alicante, Cristino Bermúdez de Castro. Fue alcaldesa de Quatretondeta durante seis años, hasta el 1 de enero de 1930".
Las mujeres no tuvieron derecho al voto en España hasta la aprobación de la Constitución de la II República. Previamente, en el "Plebiscito patriótico" a favor de la dictadura, ya se había censado a mujeres y los partidarios del régimen sacaron pecho de la participación femenina. No obstante, en ningún caso se daban las condiciones y garantía para hablar de un proceso democrático.
Este hecho fue olvidado durante mucho tiempo, y como explica la catedrática emérita de Historia Contemporánea de Universidad Complutense de Madrid, Guadalupe Gómez-Ferrer Morant, en su estudio Las primeras alcaldesas de España, se dio a conocer a partir de 1967 después de que se citase en la prensa como la "primera alcaldesa a María Teresa Ibarguchi Barrondo como alcaldesa de Ubidea, un pequeño pueblo vizcaíno.
La catedrática madrileña menciona como al darse a conocer la noticia 43 años después de la designación de la alicantina, el cronista de Cuatretondeta, Rafael Pérez y Pérez, escribió a los periódicos para sacarles del error:
"La primera mujer que ejerció el cargo de alcaldesa fue doña Matilde Pérez Mollá, Viuda de Blanes, en el pueblo de Cuatretondeta, provincia de Alicante y partido judicial de Concentaina. Doña Matilde Pérez Mollá era vecina de dicha localidad. Tomó posesión de la alcaldía el 27 de octubre de 1924. Dióle posesión con toda solemnidad el delegado gubernativo de Concentaina, y estuvo presente también el diputado provincial del distrito don Joaquín Olcina Carchano. El pueblo tributó a su alcaldesa un homenaje el día de su toma de posesión".
A partir de ahí se produjo una oleada de "reivindicaciones" de ese honorífico título por parte de periódicos locales y provinciales. En Galicia, con Concepción Pérez Iglesias, de Portas (Pontevedra); Benita Mendiola, de Bolaños de Campos (Valladolid); o Dolores Codina, de Taladell (Lleida)... Todas ellas alcaldesas en la dictadura de Primo de Rivera.
Autoridad indiscutible
En esta misma reseña sobre la política de la UA, se describe que "Matilde fue elegida porque era una mujer perteneciente a la familia más pudiente de Quatretondeta, ‘la senyora vella’. Una mujer con una autoridad indiscutible, conocida por su cultura y su formación y, en definitiva, afín a la dictadura".
Y prosigue: "No obstante, este es un hecho transgresor, que contrasta con la norma general de la época, donde este tipo de espacios estaban reservados solo para los hombres. Matilde sabía escribir, tocar el piano, coser… y daba clases -gratis- de ello; era una mujer culta, con buenos contactos".
La televisión autonómica de la Comunidad Valenciana À Punt incluso le dedicó un pequeño reportaje de 26 minutos a esta pionera en el campo de la política española y alicantina.