Empiezo a estar muy harto de demagogos. Pero, más aún, si pueden desplegar sus falacias gracias a que viven de que yo y mis conciudadanos, pagamos religiosamente nuestros impuestos. Cada uno puede expresar lo que quiera, menos cuando es un representante público. Entonces está limitado por el ejercicio de su cargo y representación.

La vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mónica Oltra (Compromís), traspasó el viernes todos los límites al arremeter contra el sector turístico (hoteleros, hosteleros y ocio) mentando en vano las muertes por Covid-19. A las críticas de los nuevos toques de queda y limitaciones, la líder nacionalista replicó: "Mejor ganar un poquito menos de dinero, pero tener al hijo vivo".

Y añadió: "Si se les muere un hijo o una hija les habremos hundido la vida; esa es la balanza que está sobre la mesa", reivindicando el supuesto dinero que desde la Generalitat valenciana está poniendo sobre la mesa para estos sectores.

Con un sueldo bruto anual de 62.500 euros pagado por todos ciudadanos de la Comunidad se puede pontificar todo lo que se quiera. Y contra todo el que quiera: empresarios, camareros, cocineros... ¡qué más da si pueden llegar a fin de mes! ¡qué no se les muera un hijo!

Como si en la Comunidad Valenciana no hubiesen muerto más de 7.400 personas en los que va de pandemia. "Cuando piden autocrítica, no sé si se piensan que este virus lo hemos inventado nosotros", añadió la líder de Compromís. No señora Oltra, nadie le culpa de haber inventado el virus, pero si no sabe gestionar la crisis sanitaria apártese y deje a quién sí sabe. No criminalice a quien genera riqueza y trabajo, y menos a los jóvenes, que bastante bien se han portado durante todo este tiempo.

¿Acaso los ciudadanos hacemos responsable a la señora Oltra y sus compañeros de Gobierno de esas tres cifras de fallecidos? Son ellos los que están gestionando esta crisis, ¿no? Pero si convenimos que Oltra no es la responsable de las muertes por el virus, ¿por qué culpa ella a la hostelería y el ocio de la posible muerte de un hijo?

Encima, de un hijo. Buscando el instinto visceral de empatía con sus posibles votantes. ¿Qué hijos? ¿Niños, jóvenes? ¿Hijos de jóvenes como la que fue víctima de los abusos de su exmarido mientras su Conselleria miraba hacia otro lado? Puestos a permitir la demagogia, que fluya en ambos sentidos. Una sentencia judicial le apuntó directamente como responsable de la Conselleria.

Y por cierto, eso de "ganar menos dinero" tiene un tufillo a crítica anticapitalista al empresariado, como si se estuviese "forrando". Lo que oculta la vicepresidenta nacionalista es que el empresariado del turismo en la Comunidad Valenciana no sólo no se está forrando, sino que arrastra enormes pérdidas y puede que pierda sus negocios.

Y serán esos empresarios los que tengan que echar a la calle a sus trabajadores, mirándoles a la cara. No la vicepresidenta, que desde su más tierna juventud lleva en esto de la política. Y es que los políticos y funcionarios van a seguir cobrando sus sueldos igual, se cierren o no se cierren hoteles, restaurantes, bares y discotecas.