Alicante

Parece el guion de una película de sobremesa pero ha sucedido en Benidorm: una familia (esposo, mujer e hijo) han sido detenidos por una presunta estafa tras transferir dinero de un anciano sin su consentimiento. La operación fue posible debido a que el marido había conseguido que su suegra se casase con la víctima en régimen de gananciales, por lo que tenían acceso a sus cuentas.

Todo comenzó el año pasado, un varón de 90 años procedente de Galicia visitó la ciudad de Benidorm y conoció al dueño de una inmobiliaria. Durante su estancia compró un inmueble por 170.000 euros, una cantidad que abonó en efectivo. 

Este detalle económico "no pasó desapercibido por el dueño de la inmobiliaria", quien "se percató rápidamente de la buena voluntad de la víctima y vio una posibilidad de ganarse su confianza para obtener algún beneficio propio", según han explicado fuentes de la Policía Nacional. 

Por ello, "y sabiendo de la soltería de la víctima que además no tenía descendencia directa", le presentó a su suegra, una mujer de 84 años de edad. "Ambos entablaron una relación de amistad que llegaron a consolidar", lo que dio como resultado "la celebración de un matrimonio en régimen de gananciales entre ambos en el mes de mayo del pasado año".

Pasados unos meses desde que se celebrase el matrimonio los acusados ya tenían a su disposición la posibilidad de realizar gestiones económicas de la víctima, y en un primer momento la victima realizó una entrega de efectivo de 30.000 euros al principal investigado puesto que este último le había convencido para que realizara la compra de otra vivienda que estaba valorada en unos 100.000 euros.

Ya en el mes de junio del año pasado los presuntos autores del delito de estafa realizaron una transferencia bancaria, "todo ello sin el consentimiento de la víctima", por la modalidad  de banca on line, traspasando unos 70.000 euros de la cuenta de la víctima a la cuenta corriente de los vendedores de una vivienda en concepto de entrega para la reserva y posterior adquisición.

Sin embargo, y según han relatado los investigadores, esa venta no se completó ante notario, ya que faltaban 30.000 euros.

Debido a esto, la Policía señala que el principal investigado "junto con su mujer y su hijo dispusieron los 70.000 euros en varias cuentas bancarias a las cuales no tenía acceso la víctima y que nunca pudo recuperar".

A partir de ahí el Grupo VI de la Policía Judicial de la Comisaría de Benidorm inició una investigación que ha durado varios meses, y que ha culminado con la detención de los tres presuntos autores.

Dos de ellos ya han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Benidorm y un tercero ha quedado en libertad con cargos una vez prestó declaración en dependencias policiales.

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