"La gente tiene ganas de volver a la presencialidad y nosotros lo haremos con prudencia", destaca Catalina Iliescu. La vicerrectora de Cultura, Deportes y Extensión universitaria de la Universidad de Alicante ha presentado su primer programa cultural, ACUA, y el primero que retoma la vuelta a los escenarios tras el parón de la pandemia.

Con esta presentación expone también las tres líneas que quiere promover para estos próximos años. "Primero, fortalecer la vertiente formativa a través de aulas y talleres y actividades expositivas y abrirla internacionalmente; segundo, apostar por la multiculturalidad y multilingüismo; y, en tercer lugar, defender la cultura como bien esencial".

Ese giro "más internacional y más multilingüístico" cree que será un reflejo de "la diversidad de la sociedad de nuestra zona y país". Una perspectiva en la que también influye Europa. "Es un cambio del perfil de los públicos y lo dicen los proyectos europeos que también nos interesan", indica. De hecho, espera conseguir financiación a través de los programas Horizonte que se envían de Bruselas, a esperas de ver cómo se configura la convocatoria.

Dar vida a más lenguas, como reitera, será una de las claves de su trabajo. "Tenemos conocimiento y capital humano", destaca Iliescu. Y ese potencial lo aplicarán para conseguir que las propuestas de ACUA sean más inclusivas. "Con la implicación de las nuevas tecnologías para el subtitulado y sobretitulado, como obras en inglés que subtitulen los alumnos", pone de ejemplo.

El nuevo arranque

Todo esto es el plan de actuación que irá estructurando, lo que ya está en marcha es el segundo trimestre. Las nueve actuaciones arrancarán este 28 de abril y llegarán hasta el nueve de junio. La mitad de ellas, cinco, centradas en la música en valenciano con La Fúmiga, El Diluvi, Marc Rosich i Clara Peya, Tesa, y la Coral de la UA. Las otras cuatro, de teatro. 

"Hay una mayor insistencia en la música, cosa que no es nada mala", señala Iliescu. Es uno de los efectos de las limitaciones que llegaron con la pandemia. Algunas de estas actuaciones estaban previstas para el último trimestre del 2020 y se reprogramaron al tener ya nuevamente espacios como el Paranimf.

Y el otro género, el teatro destaca gracias a los tres estrenos de las producciones propias de las diferentes Aulas de Teatro. De ellas salen Cor i Terra, Fuenteovejuna 2040 y La marquesa Rosalinda. Completando ese programa estará Edip, la versión del clásico a cargo de Bambalina.

La que se ha quedado fuera es el Aula de Danza, también a consecuencia de los impedimentos del coronavirus. "Ha sido prácticamente imposible que haya podido trabajar el titular", lamenta la vicerrectora. Como explica, al tratarse de baile en conjunto, no se podían tocar o estar juntos. Un aspecto que los otros géneros escénicos han podido sortear centrándose primero en el análisis de textos y propuestas escritas.

"Aplazar la presencialidad no fue una decisión fácil", subraya Iliescu, "dada la necesidad del sector cultural de actuar y asegurar ese minímo cultural artistico a veces tan necesario como el económico". Por eso se muestra confiada en que la recuperación sanitaria afianzará esta "y ver que la cultura es un bien esencial".