El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una imagen de archivo.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una imagen de archivo. Efe

España ENTREGA LAS MEDALLAS AL MÉRITO EN EL TRABAJO

Rajoy compensará la imagen del banquillo con Mª Teresa Campos y Pau Gasol

El Gobierno confía en que los buenos datos de la EPA, que se publicarán el jueves, borren la mancha de la corrupción.

25 julio, 2017 02:20

A 24 horas de la cita, los dirigentes del PP todavía están estudiando si acompañar a Mariano Rajoy cuando declare como testigo en la Audiencia Nacional es una buena idea. La Coordinadora 25S, que organizó las protestas de rodear al Congreso, ha convocado una concentración frente a la sede judicial a la misma hora a la que está citado el presidente del Gobierno y su círculo más próximo no quiere "calentar todavía más el ambiente". Por eso reflexionarán "hasta el último momento" sobre la conveniencia -o no- de que el líder del PP acuda al juzgado solo, sin que sus asesores más fieles le escolten.

A pesar de que Rajoy se está preparando concienzudamente la batería de preguntas que espera para el miércoles, en Moncloa y en Génova ya piensan en el día después. Pasado el trago de ver al presidente del Gobierno sentado en el banquillo donde se juzga el mayor escándalo de corrupción del Partido Popular, el Ejecutivo ha diseñado una estrategia para pasar cuanto antes el capítulo más amargo de Gürtel. "El jueves volverá a salir el sol", confían en la dirección nacional del partido.

Entre el miércoles -cuando declara- y el viernes, cuando Mariano Rajoy presidirá el último Consejo de Ministros antes de las vacaciones de verano, Moncloa ultima para el jueves una jornada llena de buenas noticias. Al filo de las nueve de la mañana, el Gobierno pretende borrar la mancha del líder del PP declarando por Gürtel filtrando los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer semestre de 2017 en el que se esperan que se hayan creado 600.000 puestos de trabajo nuevos. La creación de empleo de nuevo como garante de la estabilidad del país frente a la alargada sombra de la corrupción.

Entrega de las Medallas al Mérito en el Trabajo

Tras sacar pecho del buen rumbo de la economía, Mariano Rajoy recibirá el Palacio de la Moncloa a los galardonados con la Medalla al Mérito en el Trabajo entre los que se encuentra la veterana periodista María Teresa Campos, el jugador de baloncesto Pau Gasol y la bailarina Aída Gómez.

A la recepción oficial también acudirán los demás premiados: el presidente del Consejo Económico y Social de la provincia de Córdoba, Miguel Cuenca; el primer presidente de la Xunta de Galicia, Gerardo Fernández Albor; el presidente de honor de Ibercaja, Amado Franco; el empresari fundador de la cadena de supermercados Froiz, Magín Alfredo Froiz; el saxofonista Pedro Iturralde, el hostelero segoviano Alberto Cándido López; el periodista Tico Medina, el abogado del Estado Javier Moscoso, la nadadora paralímpica Teresa Perales; el dirigente de CCOO Joaquín Navarro y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Habrá también un reconocimiento honorífico para la periodista fallecida Paloma Gómez Borrero. En la entrega de medallas, habrá discurso del presidente y fotografías con todos los premiados.

Antes de irse unos días de descanso a su Coruña natal, Mariano Rajoy se enfrentará por última vez a las preguntas de los periodistas el viernes, tras la última reunión con sus ministros. Tradicionalmente es el presidente del Gobierno quien ofrece esas últimas palabras en lugar del portavoz gubernamental, en este caso Íñigo Méndez de Vigo, para hacer un balance general del curso. En esa intervención, el líder del PP tiene previsto volver a destacar los buenos datos económicos que adelantará el jueves para presumir de que la sociedad española es un ejemplo en Europa de recuperación económica y social.

"Con tranquilidad"

El jefe del Ejecutivo se prepara su declaración ante la Audiencia Nacional "con tranquilidad", insisten desde su círculo más cercano, y su estrategia de defensa pasará por negar cualquier vinculación con hechos delictivos: "En 2003 Rajoy no era líder de campaña ni tenía funciones de dirección ni económicas en el partido", zanjan en su entorno.

La oposición, por el contrario, ya se frota las manos por el impacto tan negativo que esperan que tenga para el Gobierno y para el PP ver al jefe del Ejecutivo declarando en un juicio por corrupción. "Por mucho que lo intenten, no va a ser tan fácil borrar esa imagen anunciando unos cuantos empleos de verano más", vaticinan en la oposición.