Joan Baez en un concierto en 2016. Foto: Jim Gilbert

Joan Baez en un concierto en 2016. Foto: Jim Gilbert

Música

Joan Baez llega con tres heridas: la de los abusos, la del amor por Dylan y la de la injusticia

El documental de Karen O'Connor desvela a una mujer fuerte pero con el corazón roto y  marcada por una relación tóxica con su padre.

27 abril, 2024 02:08

Hay dos tipos de documentales biográficos. Los que recopilan la vida del protagonista sin mucha ambición -o la trocean para no perder la atención del espectador- y los que consiguen que el trabajo sea una libra del corazón mismo del protagonista.

A esta segunda categoría pertenece Joan Baez, I Am A Noise. Algo de esta circunstancia nos sospechábamos solo con leer el título. ¿Ha pasado a la historia de la música Joan Baez (Staten Island, Nueva York, 1941) por ser un “ruido”? Veamos.

La trayectoria de la intérprete de canciones como Gracias a la vida, Donna Donna, Forever Young, House of the Rising Sun, Con tres heridas, No nos moverán o East Virginia queda bien reflejada en este documental compuesto por los momentos fundamentales de su vida artística y personal.

¿Por qué será que en todo el metraje parce que está al borde del llanto? La reina del folk nos muestra su cara más sincera

Estructurado en torno a la gira de despedida de 2018/2019, nos encontramos de bruces con la vida cotidiana de la cantante, desde sus pasos descalzos por su villa californiana a las insomnes noches de un autobús que solo le provoca incomodidad.

Pero el trabajo de Miri Navasky, Maeve O'Boyle y Karen O'Connor no sería más que una feliz recopilación de grandes momentos vitales si no fuera por la sorpresa final, cuando llega el momento de sustituir la bella música de Sarah Caitriona por una confesión que pocos esperábamos (aunque ya lo adelantaron las  crónicas del Festival de Berlín resulta igual de impactante al visualizarlo por primera vez).

Los abusos por parte de su padre, compartidos con su hermana Mimi, dejan al espectador petrificado en la butaca. Ya había anticipado ese momento con dudas sobre la felicidad de sus primeros años, su inquietud inexplicable, sus terapias psiquiátricas, sus ataques de ansiedad, su relación, muchas veces de celos, entre sus hermanas…

Joan Baez en el Alabama State Capitol in 1965, from 'Joan Baez I Am A Noise', a Magnolia Pictures release. © Stephen Sonnerstein. Photo courtesy of Magnolia Pictures

Joan Baez en el Alabama State Capitol in 1965, from 'Joan Baez I Am A Noise', a Magnolia Pictures release. © Stephen Sonnerstein. Photo courtesy of Magnolia Pictures

Descubrimos así a una Joan Baez distinta que, dice mientras se maquilla ante el espejo que la proyectará al escenario, es capaz de superar aquellas circunstancias. Pero la cámara no parpadea, el plano la observa, la observamos, y todos comprendemos que nadie se recupera de un pasado así.  

¿Por qué será que en todo el metraje parce que está al borde del llanto? La reina del folk, una de las voces más bellas y privilegiadas de los años 60 y 70, la bandera musical de aquellas décadas de lucha contra la guerra de Vietnam y la segregación racial, nos muestra su cara más sincera. Por momentos especulamos pensando que no se hubiese prestado a hacer el documental de no haberse presentado a corazón abierto.

El hecho de que en varias secuencias aparezca descalza o libre -como su baile ante músicos callejeros en París- nos da clave de por qué esta exposición ante acontecimientos tan dolorosos de su vida.

No podían faltar sus actuaciones en el Festival de Newport, su desastroso viaje con Bob Dylan a Londres (donde, decepcionada, se abrió una herida que jamás cerró), la Marcha sobre Washington de 1963 o el apoyo a la población negra en el puente Edmund Pettus de Selma junto a Martin Luther King dos años después.

Mención especial, hablando de pedazos de corazón y de "ruido", merece su relación con Dylan. “Su talento me embriagaba como una droga, me dejó petrificada”. Reconoce Joan Baez que alguien que escribe una canción como A Hard Rain's a-Gonna Fall no podía ser una persona corriente.

“Compartimos un breve periodo de juventud”, dice con cierta timidez. “Las letras salían disparadas de la máquina de escribir. Necesitaba aventuras y también su música. Me rompió el corazón”. Entre los númerosos fragmentos de sus diarios que hilan el documental con sus propias animaciones dirá: “Le construiré una pérgola sobre mi pecho”.

[Joan Baez y el hombre cabal]

Su matrimonio con Gabriel Harris, con el que tuvo su único hijo, la gira dylaniana Rolling Thunder Revue de mediados de los setenta (de la que Scorsese sacó una obra maestra), períodos locos y descontrolados, portadas fallidas como la del álbum Blowin’ Away, de la que reniega, y su “adicción” incurable al activismo por su otra herida, su sensibilidad para detectar la injusticia, todo eso está en Joan Baez I Am A Noise.

Un trabajo, en fin, cargado de pasado y de presente, pero sobre todo de melancolía. Como declama en su canción Love Song to a Stranger: “Cuánto hace que no he mirado a los ojos oscuros que derritieron mi alma”. Joan Baez, un ruido, una herida aún sangrante, que necesitamos tener cerca para sobrevivir al crepúsculo.

Joan Baez, I Am A Noise. 

Dirección: Miri Navasky, Maeve O'Boyle, Karen O'Connor. Intérpretes: Joan Baez. Mimi Fariña, Bob Dylan, David Harris. Música: Sarah Caitriona Lynch. Año: 2023. Estreno: 26 de abril.