Alicante se une a la iniciativa del Consell y apoya la declaración de la Romería a la Santa Faz como Bien de Interés Cultural (BIC) inmaterial por ser una fiesta que "trasciende lo religioso, fomenta la unidad comunitaria, la transmisión de tradiciones y la cohesión social".

Los cinco grupos de la corporación municipal han aprobado este jueves por unanimidad una declaración institucional conjunta en el Pleno de abril para respaldar el inicio del trámite por parte de la Generalitat Valenciana anunciado por el presidente Carlos Mazón.

Durante la pasada Peregrina, tanto Mazón como el alcalde, Luis Barcala, se comprometieron a cooperar para asegurar una resolución favorable y a tiempo. "La declaración como Bien de Interés Cultural no solo ayudará a preservar y enaltecer nuestra rica tradición, sino que también potenciará la atracción turística y cultural de nuestra ciudad", señala el texto aprobado.

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"Es esencial que todos los niveles de gobierno colaboren estrechamente para llevar a buen término este proceso, reflejando el compromiso de nuestra comunidad con la salvaguarda de su patrimonio cultural", agrega la declaración municipal.

"Los participantes, vestidos con trajes tradicionales y llevando cañas de romero, reflejan un profundo sentido de pertenencia y continuidad cultural. Además, la romería incluye elementos de festividad y hospitalidad, como la distribución de repostería y bebidas típicas, fortaleciendo los lazos sociales y familiares", recoge el escrito. El consistorio considera "imperativo" que el proceso de declaración como BIC se lleve a cabo "con el rigor y la seriedad que la tradición demanda".

De la misma forma, se ha aprobado por unanimidad una segunda declaración conjunta de todos los grupos municipales para nombrar o renombrar una calle o plaza en homenaje del 600 aniversario del Pueblo Gitano.

Una segunda declaración institucional ha sido aprobada para reducir la carga impositiva sobre las familias y empresas a partir de una revisión de la política fiscal y tributaria nacional.

En este sentido, Barcala acusa al Gobierno de impedir gastar los remanentes en algo que no sea amortización de deuda, "ni siquiera en inversiones financieramente sostenibles". "Que no dispare el gasto público el gobierno de España a costa de obligar a reducir la deuda de las comunidades autónomas y los ayuntamientos", ha sentenciado el alcalde