Con la llegada de la primavera y la subida de temperatura seguro que ya has hecho el cambio de armario. Pero no solo tu ropero debe adaptarse a la nueva estación, tu casa también necesita el cambio. Esta aclimatación recibe el nombre de Spring Cleaning. 

A continuación, te contamos en qué consiste y cómo puedes hacerlo en cinco días. 

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El Spring Cleaning o limpieza de primavera consiste en limpiar la casa a fondo, ventilarla, despojarnos de todo lo que ya no usamos y adaptar los tejidos a las nuevas temperaturas. 

Puede hacerse si dedicamos un día exclusivamente a esta limpieza. Sin embargo, con las prisas y los ritmos de vida actual es muy difícil disponer de tanto tiempo y querer dedicarlo exclusivamente a poner a punto el hogar. Por ello, hemos preparado un plan para que puedas hacer el Spring Cleaning en cinco días

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Spring Cleaning en cinco días

Día 1. Limpia todos los espacios.

Una mujer limpiando su salón. istock

El primer día hay que centrarse en lo principal y más importante, la limpieza a fondo. Te recomendamos que te focalices en dormitorios, estudios y salón. Aunque no te olvides de dar un repaso a la cocina y al baño. 

El suelo suele limpiarse con frecuencia, pero los techos y paredes no y son una de las superficies que acumula más ácaros y polvo. Aprovecha el Spring Cleaning y dales un repaso. 

Además, no te olvides de ventilar y airear todas las habitaciones, ¡y dale la vuelta al colchón!

Día 2. Deshazte de todo lo que no usas. 

Una mujer ordenando su dormitorio. istock

El segundo día vamos a centrarnos en la organización. Igual que hiciste con el armario, toca revisar todas las estanterías y cajones de dormitorios, salón y cuartos de estar. 

¿Cuántas cosas guardas que no has utilizado ni prevés utilizar? Deshazte de ellas. Puedes regalarlas, donarlas, venderlas… Las opciones son múltiples. 

Una vez te hayas despedido de todo aquello que estorbaba, toca recolocar aquello con lo que te hayas decidido quedar. Nuestra sugerencia es que dividas estanterías, cajones... Usando separadores y que aproveches al máximo el espacio. Dejando espacio a la vista para decorar. 

Día 3. Adapta las alfombras y tejidos

Mujer cambiando sus sábanas. istock

El tercer día vamos a centrarnos en los textiles. De nuevo, ocurre lo mismo que con la ropa. Vamos a buscar tejidos más cómodos, prácticos y frescos. 

Las alfombras son uno de los elementos que asociamos con el invierno y, en función de material, será recomendable guardarlas hasta que las temperaturas vuelvan a bajar. Ahora bien, eso no significa que te quedes sin alfombra hasta la próxima temporada. Gracias a las fibras naturales, puedes hacer con alfombras para el verano. 

Continúa recogiendo mantas y sustituyendo los cojines de terciopelo. Repite el proceso con todos los materiales o colores susceptibles de funcionar mejor en invierno y despídete del nórdico. 

Aprovecha para lavar las almohadas y elegir ropa de cama fresca para que te ayude a conciliar el sueño. Los mejores materiales son el lino y el algodón. 

Día 4. Ordena la cocina y el baño. 

Las manos de una mujer que ordena su cocina. istock

El cuarto día va a ser uno de los más intensos. Toca poner orden tanto en el baño como en la cocina. Y es que, si bien existen infinitos trucos para mantener estos espacios ordenados, hay que pasar por una limpieza profunda para acabar con todo lo que no necesitamos. ¿Cuántas sartenes tienes que no usas? Seguro que alguna ni funciona. 

Echa un vistazo a todos los botes que acumulas. ¿Realmente necesitas esas especias que compraste hace años y has usado una vez? Seguro que no. También es el momento de acabar con vasos, platos... y otros utensilios que no estén en buen estado. Hay decenas de comercios con menaje a precio razonable donde encontrar artículos a estrenar. 

Respecto al baño, toca organizar todos esos botes que acumulas. ¿Vas a volver a usar ese spray que te ensuciaba el pelo? ¿La laca no ha pasado de moda? ¿Y el maquillaje para aquella fiesta de disfraces? La lista de potingues puede ser impresionante.

Además, aprovecha para limpiar tanto brochas de maquillaje como cepillos de pelo y acaba con esas toallas que se han vuelto duras. 

Día 5. Repasa la decoración.  

Las manos de una mujer que coloca flores en su salón.

Después de tanto esfuerzo toca la última y mejor parte, al menos la más divertida y la que deja espacio a la creatividad: decorar.

Toca llenar los espacios de color, olor... a primavera-verano. Las plantas son un imprescindible para refrescar los espacios y encajan en casi cualquier lugar. 

Además, hay miles de opciones según si quieres reutilizar artículos que tuvieses guardados para la llegada de la estación o puedes optar por hacerte con las últimas novedades y seguir las tendencias del momento. ¡Incluso puedes combinar ambas ideas!