Nos referimos a aquellos monumentos icónicos que son algo así como la máxima representación de una ciudad. El arte se ha convertido en una constante presencia en nuestra vida diaria. Las esculturas públicas son una gran muestra de ello.

Son joyas de incalculable valor artístico e histórico, y para el resto de la población iconos que se deben conocer. Aquellos que representan, la fascinación técnica con la que fueron creadas o su impacto dentro del rumbo de la historia son solo algunas de las virtudes que han contribuido a que se conviertan en las esculturas más famosas de Europa.

La Sirenita de Copenhague

El icono indiscutible de Copenhague es la Sirenita de bronce que descansa sobre una roca en el puerto de la capital, a orillas del Báltico. Desde su nacimiento en 1913, la Sirenita de Copenhague es uno de los elementos más conocidos y característicos de la capital de Dinamarca.

Esta estatua fue un obsequio de Carl Jacobsen, conocido fabricante de cerveza y fundador de la marca Carlberg. La Sirenita fue realizada por el escultor Edvard Eriksen. La inauguración de la Sirenita de Copenhague tuvo lugar 23 de agosto de 1913. Sin embargo, transcurrieron varios años para que esta obra de arte fuese declarada monumento nacional de Dinamarca y que de esta manera se protege.

El Oso y el Madroño de Madrid

El Oso y el Madroño, Madrid.

Esta emblemática estatua se encuentra ubicada en la Puerta del Sol, en pleno centro de la ciudad, y fue inaugurada en 1967. La escultura, realizada por el artista Antonio Navarro Santafé. Es importante indicar que el oso, desde la edad media, cuando se fundó la ciudad, siempre estuvo presente como símbolo. Se decía que en los alrededores de la antigua villa era muy común poder observarlos con mucha frecuencia.

La estatua representa un oso sobre patas traseras y sosteniendo un madroño y constituye, sin duda alguna uno de los iconos de Madrid más importantes, conocidos y antiguos. El caso del madroño es un árbol típico de Madrid que produce un vistoso fruto de color rojo con el que se elaboran ricas mermeladas y un característico licor. Actualmente, la estatua de El Oso y el Madroño se sitúa en la confluencia entre la calle Alcalá y la Carrera de San Jerónimo, en la Puerta del Sol.

La Bailarina de Budva en Montenegro

En la costa de Montenegro se encuentra Budva. Hoy se le conoce cómo "la pequeña Dubrovnik" por su ciudadela, cuyas mejores vistas se consiguen bordeando la costa hacia el oeste, hacia la playa de Mogren, hasta la seductora estatua de La Bailarina. Está inspirada en una leyenda sobre el amor entre una bailarina y un marinero. La imagen es una bailarina que danza ballet, de puntillas hacia el mar, sobre una roca. Budva es una de las ciudades más antiguas del Mediterráneo; y su ciudadela, una de las mayores fortificaciones de la Edad Media.

Estatua de la bailarina, Budva.

El Víctor de Belgrado en Serbia

Una vez culminada la primera guerra mundial, un importante referente urbano comenzó a ser parte de la fisonomía de la Fortaleza, se trata del Pobednik El Víctor "el protector de Belgrado". La imagen en bronce posee un altura de aproximadamente 4 metros; y se encuentra ubicada sobre una gran columna de unos 7 metros de altura, que a su vez descansa sobre una gruesa base rectangular.

Se puede ver cómo el hombre desnudo sostiene un halcón en su mano izquierda pendiente de las nuevas amenazas en el horizonte, mientras que en su mano derecha agarra una enorme espada con la que se encuentra listo para ir a la guerra.

Estatua de Santa Sofía en Sofía, Bulgaria

Situada en pleno centro de la capital de Bulgaria, se levanta una enorme columna con la estatua de Santa Sofía, patrono de la ciudad. Fue erigida en el año 2000 y vino a reemplazar a una estatua de Lenin que había en el mismo lugar. El escultor fue el artista local Georgi Chapkanos.

Monumento de Santa Sofía, Bulgaria.

La estatua se encuentra junto a la estación de metro de Serdica, muy cerca de los de los principales edificios gubernamental., la mezquita de Banja Bashi y el mercado central de Sofia situado al frente del complejo con las ruinas de la antigua ciudad romana de Serdica

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