Barcelona es una ciudad con un gran patrimonio monumental y artístico, además de ser un buen destino para disfrutar tanto de la playa como de la montaña, ya que cuenta con ambas cosas. También es una de las ciudades más turísticas de España y de Europa. Su clima la hace todavía más atractiva, ya que los rasgos mediterráneos con influencias marítimas dotan a la ciudad de unas temperaturas suaves durante el invierno y cálidas en varano. A ello hay que añadir su oferta gastronómica, que termina de situar a la Ciudad Condal en una de las mejores opciones para los viajeros.

La ciudad industrial y comercial que fue en su pasada ha conseguido adaptarse y renovarse para dar potencia a su oferta más cultural. Probablemente las insignias de la ciudad sean las muestras que el arquitecto Antoni Gaudí dejó por toda la ciudad, pero Barcelona esconde mucho más en su entramado cuadriculado, con calles perfectamente alineadas y ordenadas en torno a la Plaza Cataluña. La Ciudad Condal cuenta con numerosos lugares emblemáticos de obligada visita para el turista, como son:

La Sagrada Familia, la catedral diseñada por Antoni Gaudí a principios del siglo XX y que todavía hoy está en construcción, es el monumento que acapara más visitas. Es espectacular por su arquitectura modernista y naturalista y cuando sus obras culminen se convertirá en la Iglesia cristiana más alta del mundo. Otras basílicas importantes de la ciudad son las Iglesias de Belén, del Pi y Santa María del Mar.

Sagrada Familia.

El Paseo de Gracia, en el que se encuentran edificaciones de personalidad modernista de arquitectos como Gaudí o Domènech i Montaner, tales como Casa Milà o Casa Batlló que han sido nombradas Patrimonio de la Humanidad, es otro lugar por el que hay que pasear. En esta calle también se encuentran las tiendas de lujo. Otro paseo que se debe disfrutar es a lo largo de la calle de Las Ramblas, que ofrece al turista una caminata llena de color y de gente. Comienza en la Plaza Cataluña y va hasta el Mar, encontrándose al final de la calle el Monumento a Colón, descubridor de América, y el Muelle de la Madera, que enlaza todos los paseos de la fachada marítima. En las fuentes de Montjuic, situadas delante del Palau Nacional, se ofrecen espectáculos con agua y luces de colores.

Parques como el Parque Güell o el Parque de la Ciudadella son dos de los más populares de la ciudad, el primero es obra de Gaudí y está situado en la parte superior de la ciudad, en Monte Carmelo, y el segundo alberga en su interior edificios como el Parlamento de Cataluña, el Museo de Paleontología y un invernadero con cientos de variedades de plantas. El Tibidabo es una montaña situada a espaldas de la ciudad que en su cumbre cuenta con un pequeño parque de atracciones, pero su gran atractivo son las vistas que se ofrecen desde su punto más alto.

Parque Güell.

La Ciudad Condal cuenta con un paseo marítimo ancho y llano de 14 kilómetros, ideal para pasear o andar en bici, y 4,2 kilómetros de litoral aptos para el baño, distribuidos en nueve playas muy bien comunicadas con el centro de la ciudad. Estas playas no solo reciben bañistas en los meses de verano, sino que también están equipadas para practicar deporte, como tenis o vóley-playa. Además, para los amantes del fútbol una parada que no debe faltar si es aficionado blaugrana es el Camp Nou, estadio del Fútbol Club Barcelona. En 1992 Barcelona fue sede de los Juegos Olímpicos y en 1888 de la Exposición Universal y fruto de ello son el Palau Sant Jordi, Museo Olimpo o el Palau Nacional, merecedores de una visita.

Esta ciudad no solo va a complacer el sentido de la vista con todos sus monumentos, edificios emblemáticos y vistas, o el del oído con la brisa marina, el movimiento de las olas o el cantar de los pájaros en sus parques, sino que su oferta gastronómica no se queda atrás y hará la boca agua del turista. Tiene como base la dieta mediterránea, pero sus platos más típicos son el pan con tomate, los calçots con salsa romesco, la escalibada, la esqueixada de bacallá, el fricandó o la butifarra con mongetes. Para sellar el paladar con un toque dulce y sabroso los postres más populares son la crema catalana y la coca. Aunque el día de Pascua el postre por excelencia es la Mona de Pascua.

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