Las estancias del Ritz París se dividen en apartamentos, suites nobles y suites de prestigio; de entre éstas últimas destacamos sobre todas las demás dos suites, la que utilizó Coco Chanel como hogar principal durante 34 años y la suite-réplica de la reina francesa Maria Antonieta.

Vista parcial del apartamento Executive Room.

Apartamentos y suites de máximo lujo.

Apartamentos

Cada apartamento del Ritz París, cuya superficie es única en París, emana una atmósfera incomparable. Habitaciones de gran finura y delicados tonos pastel componen una decoración intimista inundada de obras de arte antiguas en la que hasta el último detalle está impregnado de gran lujo.

Suites

Las Suites del Ritz París mantienen la nobleza que las hizo legendarias. Se han agrandado y diseñado de nuevo para mantenerse al día en total discreción con las tecnologías vanguardistas, renacen ornamentadas con sutiles sedas en armonía con el estilo neoclásico. Bañadas por la luz, algunas de ellas incluso tienen sombreadas terrazas de uso privado orientadas hacia el magnífico jardín francés.

Detalle de la Deluxe Suite, elegante y clásica.

Suites de prestigio

El Ritz París, que fue el preferido de los grandes personajes históricos, restituye de manera fiel los universos únicos de sus huéspedes célebres a través de las Suites de Prestigio. Marcel Proust, Frédéric Chopin, Coco Chanel o el duque y la duquesa de Windsor. Incluso tiene réplicas de las alcobas de personajes históricos que sin duda hubieran vivido plácidamente entre sus paredes, como es el caso de la habitación de Maria Antonieta.

Para cada uno de estos personajes se instala un mobiliario seleccionado, una decoración de una sofisticación absoluta para que puedan disfrutar de la quietud de una vista sin servidumbres de la Plaza Vendôme.

Suite de María Callas, otra de las divas que dan nombre a una de las estancias del Ritz París.

Coco Chanel y sus 34 años de idilio con el hotel

Gabrielle Chanel decidió un día, en 1937, tomar una suite en el Ritz París. En ella viviría durante 34 años. Se sintió como en casa rodeada por el lujo y la elegancia del hotel y, poco a poco, se fue trayendo sus muebles favoritos, como biombos lacados de Coromandel, espejos bañados en oro y una banqueta de terciopelo, hasta terminar redecorando todo el espacio.

"El Ritz es mi hogar", les decía a los visitantes que admiraban sus arañas de cristal de cuarzo y su colección de arte. El suyo era un mundo intemporal y el Ritz París lo ha preservado intacto. Entre los efectos personales de Gabrielle Chanel que se hallan en su suite, hay numerosos retratos, bocetos y fotos que, en su mayoría, son desconocidos por el público general.

Suite Coco Chanel, tal cual la decoró la propia diseñadora.

Y si Maria Antonieta hubiera vivido en el Ritz

En 1721, la mansión situada en el número 15 de la plaza Vendôme fue la residencia de la Duquesa de Gramont, quien tuvo el honor de acoger al joven rey Luis XV, que contaba entonces con 11 años, para que pudiera observar por la ventana el desfile del embajador otomano que había venido a rendir homenaje a la gloria de Francia.

El evento fue tan suntuoso que pasaría a formar parte de la historia, entre otras razones, porque fue la primera vez que los espectadores vieron camellos pasear por las calles de París.

Réplica exacta de la cama y los enseres de Maria Antonieta.

Sus amplios salones orientados a la plaza Vendôme, su mobiliario de época y sus obras de arte clásicas convierten la Suite Impériale en un verdadero museo para los amantes del arte de vivir a la francesa. Una de sus habitaciones, una réplica del dormitorio que María Antoineta poseía en Versalles, ofrece la grandiosa ocasión de sumergirse en el refinamiento del siglo XVIII.