La mayor atracción de la ciudad es la ciudad antigua medieval (Vana Tallinn o Ciudad Vieja). Estaba construida entre los años 1400 y 1700 y su arquitectura de la Edad Media está casi intacta. El núcleo de la ciudad es la Plaza del Ayuntamiento, en verano esta gran plaza está llena de terrazas, de cafeterías y de restaurantes, mientras que en invierno tiene el mercado navideño y un gran árbol de Navidad. El Ayuntamiento es un edificio gótico construido en los años 1402-1404. Arriba está una veleta, la figura del viejo soldado medieval Tomas, convertida en el símbolo de la ciudad. En la esquina de la plaza se encuentra la farmacia más antigua de Europa que data del año 1.422.

El otoño es ideal para viajar a Tallinn por el color rojizo de sus calles.

Entre calles y edificios medievales y renacentistas

A la izquierda de la farmacia se encuentra el pequeño callejón Sajakang, por el cual se puede llegar a la Iglesia del Espíritu Santo. En la pared de esta iglesia hay un bonito reloj del siglo XVII, el reloj público más antiguo de Estonia. Si desde la Plaza de Ayuntamiento seguimos por la calle Viru, la calle más comercial del casco antiguo, se llega a la otra puerta de entrada a la ciudad que tiene dos torres. 

En la ciudad baja hay otra iglesia importante del siglo XIII, es la Iglesia de San Nicolás que además funciona como sala de conciertos. Dentro de la iglesia está la conocida obra del pintor medieval alemán Bernt Notke "Baile con la muerte".Todo esto se encuentra en la "ciudad baja". Ahora se puede pasar a la otra parte, la ciudad alta (colina Toompea), y ver los siguientes monumentos y lugares de interés.

La Colina Toompea

Lo que llama más la atención en la ciudad alta es la Catedral ortodoxa rusa de Alejandro Nevsky, con sus cúpulas de cebolla y su ecléctico estilo arquitectónico. Su interior está ricamente decorado con mosaicos e iconos. El arquitecto de esta catedral, Mijaíl Preobrazhénsky, también proyectó la catedral ortodoxa de Buenos Aires. Era el arquitecto oficial de la iglesia rusa en aquella época (1900) y vivía en San Petersburgo. También hizo las catedrales en Florencia, Niza, Viena y Sofia.

En esta catedral de Tallinn empezó su trabajo el recién fallecido patriarca ruso Alexei II, que procedía de la capital de Estonia (sus padres eran de origen alemán y emigraron de Petrogrado (San Petersburgo) después de la revolución rusa. La catedral estaba a punto ser destruida o reconstruida varias veces pero por suerte la protegieron.

Catedral de Alejandro Nevski.

Frente a la Catedral, está el Parlamento y el Gobierno de Estonia - en el castillo y la casa Toompea, respectivamente. La torre más famosa del complejo es la Pikk Hermann, del año 1371, y en ella ondea la bandera nacional estonia. Adentrándose a Toompea, econtramos la Catedral de Santa María, o Toomkirik, construida en el año 1233. El interior de la catedral está lleno de los escudos familiares de estos feudales y sus tumbas. Justo en la entrada principal encontrará una losa de piedra de gran tamaño que dice: "Otto Johann Thuve". Este señor a veces se denomina como "Don Juan de Tallinn". Era un bebedor y mujeriego incurable. Mientras agonizaba, sin embargo, pidió ser enterrado aquí en el umbral de la iglesia para que la gente temerosa de Dios, arrodillándose para rezar al entrar, pudiera con el tiempo salvar su alma de sus pecados.

En la ciudad alta hay varios miradores para ver y hacer fotos de Tallinn desde arriba, con unas vistas muy bonitas.

Y, por supuesto, hay que mencionar las murallas medievales que rodean la ciudad antigua. En el siglo XVI las murallas tenían 2,4 km de longitud, 14-16 metros de altura, una profundidad de hasta 3 metros e incluían 46 torres defensivas y 6 puertas de entrada. Ahora quedan 1,9 km de la muralla, 20 torres y 2 puertas de entrada. Los mejores lugares para ver las murallas son el mirador Paktuli en Toompea y el parque Tornide väljak.

El Castillo de Toompea, en la parte central de Tallinn.

Lugares para visitar fuera del casco antiguo

Kadriorg y Pirita, estos dos barrios están a este de la ciudad, al lado del mar, llenos de parques, sitios ideales para relajarse y descansar. Son los barrios más prestigiosos de la ciudad, donde están las mansiones elegantes, como antiguos tanto modernos.

En Kadriorg se encuentra el parque con estanques y el palacio barroco, construido por el zar ruso Pedro I y nombrado en honor de Catalina I, su segunda esposa, por cierto era una mujer humilde de origen lituano. Kadriorg en estonio significa “El Valle de Catalina”. La construcción del palacio empezó en 1718 y su arquitecto era el italiano Niccolo Michetti, que luego estaba participando en la construcción del famoso palacio de Petergoff al lado de San Petersburgo. A pesar de estos, posteriormente los zares rusos prácticamente no usaron este palacio como su residencia. En los años 1930 en el palacio se encontraba la residencia del presidente de Estonia. Ahora el palacio alberga el Museo del arte extranjero.


Pirita, el otro núcleo importante de Tallinn

Al este de la cosa de Kadriorg está el distrito de Pirita. Aparte de las zonas residenciales tiene un puerto deportivo de veleros y playas. En el delta del río Pirita se pueden alquilar bicicletas acuáticas y canoas. En Pirita están las ruinas del monasterio de Santa Brigitta, construido en 1407, es uno de los lugares más bonitos de Tallinn. El convento quedó en ruinas en la Guerra de Livonia a finales del siglo XVI. El edificio contiguo, que sirve de vivienda para las monjas del convento, fue galardonado con varios premios de arquitectura. El Jardín Botánico de Tallinn es un lugar agradable para los amantes de flores. Cercano a Pirita, tiene 123 hectáreas y 4500 especies de plantas. En verano es recomendable el paseo por el jardín de rosas.

Ruinas del Convento de Santa Brígida.

Jardín Botánico de Tallinn.