Publicada

Comer mucho, bien y a buen precio es posible. En Valencia, pueblos como Chelva destacan, además de por su entorno natural y su casco urbano, por su gran gastronomía.

Está situado a unos 65 km de Valencia, lo que equivale aproximadamente a 1 hora en coche. Por ello, es uno de los pueblos más bonitos y completos para hacer una escapada de interior: naturaleza, patrimonio y muy buena gastronomía tradicional a buen precio.

La cocina es la propia de la montaña valenciana, contundente, con platos pensados para dar energía a los trabajadores del campo.

Así, en este municipio montañoso valenciano se pueden degustar platos típicos como la olla churra. Esto es un guiso con alubias, embutido, patatas y verduras, y se ha convertido en un plato estrella de la zona.

También destacan otros platos como las migas ruleras, hechas con pan frito, ajo, panceta y embutidos; y las gachas, hechas a base de harina de almorta y servidas con carne o embutido.

El embutido parece el complemento en el que siempre se puede confiar, y no es para menos. Longanizas, morcillas y chorizo de orza dan un sabor especial a cada plato, aunque también se pueden consumir como plato propio.

Al visitar Chelva, surge también la duda de dónde parar a comer. En el municipio triunfa, por ejemplo, el Restaurante Los Pacos. Tiene un menú abundante, con carnes a la brasa y platos de cuchara típicos.

También el Restaurante Bar Avenida, con comida casera, guisos tradicionales y un menú diario bastante económico; el Restaurante La Aldea, con platos de caza y cocina de montaña; y el Mesón Los Arcos, famoso por sus paellas y arroces al horno.

Aunque existen múltiples opciones, en fin de semana es aconsejable reservar una mesa en cualquier restaurante. La zona suele estar concurrida por senderistas y ciclistas que necesitan reponer fuerzas, y también recurren a la comida buena y barata.

El pueblo

Chelva es un pueblo ubicado en la comarca de Los Serranos, a una hora de la capital, que destaca especialmente por su pintoresca decoración pero también por su entorno natural.

Y es que cuenta con uno de los recorridos más visitados y refrescantes del verano como es la Ruta del Agua, un itinerario circular que combina de forma armoniosa naturaleza, patrimonio e historia.

El recorrido parte desde la Plaza Mayor y se adentra junto al río Tuéjar, también conocido como río de Chelva, durante unos siete kilómetros que se pueden recorrer en unas dos o tres horas de paseo accesible para familias.

El camino atraviesa zonas verdes, fuentes y manantiales hasta uno de sus puntos más atractivos: La Playeta, un remanso natural con cascadas, pozas y arena, ideal para darse un baño en verano.

También destaca el Túnel de Olinches, excavado en roca y con más de 100 m de longitud, que lleva hasta la pequeña presa donde se ubicaba la histórica central de la Fábrica de la Luz, hoy en ruinas pero con magníficas vistas.

Se trata de una escapada ideal para quienes buscan un lugar tranquilo en el que refrescarse. La Ruta del Agua de Chelva complementa a la perfección las calles pintorescas y llenas de historia del casco antiguo, algo de lo que muy pocos municipios pueden presumir.