Una nueva idea. Un nuevo producto. Un nuevo dulce. Pepina Pastel no para de reinventarse. Esta vez, reinterpreta un clásico de toda la vida en forma de tarta. Solo estará disponible durante la Semana Santa.
Y ya ha arrasado en su primer día de lanzamiento. "Más de 100 pedidos en 2 horas", expresa la pastelería de Pepa y Lara en redes sociales. Madre e hija acaban de presentar una nueva creación artesanal que une la tradición con el toque innovador y divertido que les define.
Para ello, han profundizado en los sabores que no se olvidan; aquellos que quedan guardados en la memoria, como unas vacaciones en familia o una merienda en la cocina de siempre.
Y si hay un postre que resume todo eso, es la torrija. Bautizada como 'Pepitorri', en realidad, es una tarta. Está pensada para los que disfrutan mojando pan en leche, para quienes esperan la Semana Santa solo por las torrijas, o para los que no se resisten a probar algo distinto.
La 'Pepitorri' llega como una edición limitada -solo disponible durante estas fechas- y se podrá comprar en dos tamaños, para poder compartirla, o para guardarse una ración para uno mismo.
La elaboran a mano con los ingredientes que hacen de la torrija, un clásico: pan, leche, vainilla y canela.
'Pepitorri', la nueva tarta de Pepina Pastel. EE
La base es un pan esponjoso bañado en leche infusionada, sobre la que se extiende una crema suave con un intenso aroma a vainilla. Y como toque final, coronan la tarta unas torrijas clásicas espolvoreadas con azúcar y canela, crujientes por fuera y tiernas por dentro.
Estará disponible solo durante Semana Santa y en unidades limitadas. Se podrá pedir en dos tamaños: el grande, ideal para compartir, cuesta 29,50 euros; y el 'mini', perfecto para regalar tiene un precio es de 10,50 euros.
Pepina Pastel
Una "idea loca" de una madre y una hija con ganas de exprimir la vida al máximo hizo que naciera Pepina Pastel. La idea fue sencilla. Como ocurre en muchas familias, los hijos piensan que la cocina de las madres es la mejor. Y esto es lo que pensaba Lara de Pepa, su madre.
Todo sucedió de la manera más casual posible. En abril de 2019, Pepa preparó tartas para los invitados a un cumpleaños familiar, y más de 40 personas se enamoraron de sus postres. Ahí se encendió la bombilla.