Valencia
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Ni licitación, ni presupuesto ni concreción de cómo se van a pagar. Esta es la situación de las nuevas obras hidráulicas prometidas por el Gobierno cuando se cumple un año exacto de la dana que arrasó la provincia de Valencia y dejó 229 muertos. 

Mientras víctimas y afectados por la tragedia se lamentan de que ni siquiera se haya puesto "la primera piedra" de estas grandes actuaciones pendientes desde 2011, el Ejecutivo central evita detallar plazos y, sobre todo, de qué manera se van a costear. 

Son numerosos los expertos -sobre todo ingenieros- que han coincidido en afirmar que si las obras se hubieran realizado se habrían reducido los daños personales y materiales.

Así lo creen, por ejemplo, Jorge Paciarotti, el ingeniero que hizo el proyecto de desvío del barranco del Poyo para Typsa Javier Machi, entonces director de esta firma de ingeniería y hoy decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Comunitat Valenciana.

Pero también otros, como Félix Ramón Francés García, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV), como expuso en la comisión de investigación de la dana en Les Corts. 

Meses después de la dana, el Gobierno anunció que haría las obras del encauzamiento del barranco del Poyo, que provocó el 90% de las muertes y que los sucesivos ejecutivos del PSOE y el PP habían dejado en un cajón. 

El desvío de La Saleta fue el primer proyecto que prometió. Aseguró que la licitación tendría lugar antes de finales de 2025, pero ninguna noticia nueva ha habido en el aniversario de la tragedia. 

A ello se añade que por el momento no hay Presupuestos Generales del Estado, los cuales se encuentran prorrogados desde 2023 y no se han presentado en el plazo marcado por la ley. Es a través de las cuentas como se financian las obras.

EL ESPAÑOL ha preguntado en diversas ocasiones a la Delegación del Gobierno de qué manera se van a pagar si no hay Presupuestos, pero por el momento no ha obtenido respuesta alguna. 

Actuaciones

Para el desvío de La Saleta, el presupuesto previsto es de 90 millones de euros. Pero son solo los primeros de un gran paquete de 467 millones prometido por la Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, para reactivar proyectos e impulsar nuevos en las zonas devastadas el 29 de octubre de 2024.

El anuncio lo realizó la propia ministra el pasado mes de mayo en Valencia. La vicepresidenta tercera del Gobierno habló de "ocho nuevas actuaciones". "Se reservan 335 millones para nuevos proyectos no previstos con anterioridad y otros adaptados con importantes cambios ante los escenarios climáticos ofrecidos por la dana", indicó el ministerio.

El ministerio, además, cifró en 132 millones de euros lo previsto para los "proyectos ya diseñados". Ahí contempla "el desvío de las aguas del Barranco de La Saleta por Aldaia y cinco actuaciones de protección en el tramo bajo del río Júcar, cuyas obras comenzarán en 2026".

"Los otros 42 millones serán para cinco actuaciones de protección frente a inundaciones en el tramo bajo del río Júcar", indicó el Gobierno.

La intención, según Aagesen, era poder licitarlos este año para que puedan estar "bien definidos durante el año 2026 y avanzar". "Esperemos que todos trabajemos con esa agilidad", dijo. Pero ni siquiera el de La Saleta, que era el más avanzado, ha sido licitado todavía.

Ocho nuevos proyectos

Entre los ocho nuevos proyectos nuevos se encuentran también intervenciones en La Saleta. En concreto, "actuaciones de reforestación y restauración hidrológica-forestal en la cuenca del barranco del Poyo y el de la Saleta con los objetivos de reducir caudales punta y volúmenes de crecida, y la erosión en la cuenca y los flujos de sedimentos mediante la restauración y estabilización de suelos, y la corrección hidrológica-forestal".

"Además, se crearán zonas inundables en el barranco de la Saleta para la protección de Aldaia y polígonos industriales aguas arriba. En concreto, la zona inundable para la protección Centro Comercial y Aldaia, zonas inundables de laminación en el barranco de la Saleta, y la zona inundable para protección del Polígono Industrial Oliveral y población de Aldaia", precisó.

Del mismo modo, Aagesen prometió "la creación de zonas inundables y protección frente a inundaciones en el barranco del Poyo en Chiva, ya que se calcula que los caudales punta en esta localidad superaron 1.000 metros cúbicos por segundo y las velocidades fueron mayores de 10 metros por segundo".

Tal circunstancia provocó violentos destrozos en la población en una zona carente de las soluciones hidráulicas ideadas por los ingenieros en 2010 y orilladas por el Estado desde entonces.

El Ministerio defendió en mayo, 15 años después, que existe una necesidad de restaurar el cauce a su paso por la población y generar zonas inundables de laminación aguas arriba de la población. La estrategia, de nuevo, coincide plenamente con lo planteado en el proyecto original.

"También se crearán zonas inundables en el barranco del Poyo para protección de las poblaciones de l'Horta Sud que incluye una zona de laminación lateral en la margen derecha de la rambla del Poyo, aguas abajo de Paiporta, y la zona de laminación e interconexión con la zona de laminación de los barrancos de Pelos y Gallego", agregó.

Desvíos al Turia

Otra de las coincidencias con el proyecto original son los desvíos de agua del Poyo al Turia. Los mismos constituían, junto con las zonas de laminación, la herramienta principal para evitar que un gran volumen de agua atravesara los núcleos urbanos en caso de avenida.

Este proyecto, como reveló EL ESPAÑOL, tan solo costaba 55 millones de euros. Era el más importante de los siete contemplados en 2010, y habría sido, por orden de ejecución, el primero en llegar.

Las obras duraban tres años y habrían estado para la dana de 2024 si Teresa Ribera, que conocía de primera mano el proyecto al haber otorgado ella la declaración de impacto ambiental de 2011 como secretaria de Estado, las hubiera presupuestado al llegar al ministerio o en sus primeros presupuestos, los de 2021.

Años después, la iniciativa sigue siendo la misma. "Se ejecutará una vía verde en el barranco del Poyo y un desvío al nuevo cauce del Turia, y actuaciones en el nuevo cauce que incluye el desvío de caudales del Barranco del Poyo al nuevo cauce del Turia a través de vías verdes, con el objeto es disminuir significativamente el riesgo en las poblaciones más afectadas de l'Horta Sud", manifestó en mayo el ministerio.

Eso sí, recalcó esta vez "la necesidad de adaptar proyectos existentes teniendo en cuenta la dana". "Además, se realizarán obras de protección frente a los desbordamientos, adaptando el cauce y estructuras de cruce del barranco Poyo entre Picanya y la V-31", precisó.

A su vez, el ministerio contempla ahora "una restauración ambiental del barranco del Poyo en el Parque Natural de la Albufera, con acciones de mejora del drenaje transversal de la V-31".

El plan anunciado por la ministra incorpora también, al margen de la cuenca del Poyo, la protección frente a inundaciones en el río Magro y afluentes, que incluye el acondicionamiento del cauce del Magro en Algemesí y facilitar la salida de flujos hacia la Albufera por el norte de la población.

Asimismo, también contempla la adecuación del margen derecho del cauce del Magro para reducir los desbordamientos hacia las poblaciones de Alcúdia y Guadassuar, sin incrementar el riesgo en las zonas menos vulnerables.