La dana del pasado 29 de octubre dañó un total de 7.530 ascensores en los municipios afectados, de los cuales 780 todavía se encuentran por reparar casi un año después. Bomberos y servicios de emergencias tuvieron que realizar rescates a contrarreloj de gente que quedó atrapada cuando el agua lo anegó todo. En algunos casos, sin éxito.
Con la intención de que no vuelva a repetirse la historia 11 meses después, algunos administradores de fincas llevan desde la noche del domingo enviando recomendaciones a sus vecinos. Entre ellas, la de no utilizar los ascensores.
"Eviten el uso de ascensores durante los episodios de lluvias intensas, sobre todo si el edificio tiene sótano o garaje" recomienda en un mensaje un administrador de una finca de la capital. En concreto, del barrio de Morverdre. Algunos edificios que gestiona, explica en declaraciones a EL ESPAÑOL, tienen acceso directo a garajes comunitarios y trasteros.
La misma iniciativa ha tenido otro compañero de profesión. "En situaciones de fenómenos meteorológicos extremos es más probable que se produzcan apagones o averías que podrían dejar atrapadas a personas en el interior", reza el comunicado que ha enviado a los vecinos.
Por ello, insta a no utilizar el ascensor de la comunidad si no es "necesario". Pero no es el único consejo que les manda: "Retirar de balcones y terrazas objetos que puedan caer o ser arrastrados"; "Compruebe que las llaves de paso de agua estén accesibles y desagües y sumideros limpios"; y "asegúrese de que sus ventanas queden bien cerradas".
Se trata de recomendaciones que han decidido trasladar por iniciativa propia. Sin embargo, todas ellas nacen del protocolo que ha elaborado el Colegio de Administradores de Fincas de Valencia a raíz de la dana. "Todos los aprendizajes que sacamos de aquello, los hemos puesto sobre el papel", explican en declaraciones a EL ESPAÑOL.
Menciona, por ejemplo, que el Colegio designó un coordinador en cada municipio afectado por la riada que ejercía de interlocutor entre todas las comunidades de vecinos y el propio órgano para conocer qué necesidades tenía cada localidad: cuántos ascensores estaban averiados, garajes, etcétera.
El pasado 19 de septiembre, realizaron unas jornadas en el Ateneo Mercantil de Valencia. A ellas asistieron varios alcaldes de municipios afectados, como Guillermo Luján (Aldaia), Lorena Sirvent (Catarroja) o Ricardo Gabaldón (Utiel), quien además es diputado provincial.
En estas jornadas participaron desde arquitectos hasta ingenieros y se analizó todo lo que ocurrió en la zona cero. Pero también se dio a conocer el protocolo que el Colegio trabajó a raíz de la dana y del incendio de Campanar que se produjo en febrero de 2024.
Dos experiencias que les ha permitido elaborar una suerte de "manual de crisis" para compartir a nivel interno con empleados del colegio, coordinadores y colegiados. "El objetivo es que sepan qué deben hacer y sobre qué puntos incidir en caso de emergencias".
Los ascensores, en episodios de lluvias internas, son un punto negro. Como los garajes, el callejón sin salida a evitar.
780 ascensores averiados
Huelga apuntar que a 29 de septiembre todavía 780 ascensores que se vieron afectados por la dana continúan sin funcionar. La cifra refleja una "mejora sustancial" respecto a los 1.000 ascensores que quedaban pendientes de reparar antes del verano.
En estos meses se han conseguido reparar o sustituir 6.750 equipos, según detalla la Asociación de Empresas de Ascensores de la Comunitat Valenciana (Ascencoval), integrada en Femeval.
Las reparaciones pendientes, apuntan, son las más complejas: requieren modificaciones importantes como reemplazos completos de las cabinas, cambios electrónicos y/o solicitud de piezas a medida y materiales que, en muchos casos, son componentes personalizados para cada instalación, lo que prolonga los tiempos.
Los desmontajes y montajes de las instalaciones también son complicados, ya que conllevan manipular piezas de gran tamaño. Esto implica que el proceso, desde la recopilación de datos hasta la instalación, "sea complejo y necesita una atención minuciosa para evitar errores y riesgos que comprometan la seguridad de las instalaciones y de las personas", detallan.
La casuística de cada finca es diferente. Existen piezas, como puertas, pistones o cabinas, que deben fabricarse a medida debido a la diversidad de instalaciones existentes. A esta complejidad se une el que solo pueden intervenir como máximo dos profesionales en cada hueco de ascensor.
