Un hombre "educado y cariñoso". Así era Adelino L.M., el subinspector de Policía que fue encontrado muerto con golpes en la cabeza este lunes en su domicilio de la localidad valenciana de Riba-roja de Túria.
"Lo conozco desde hace siete años que se vino a vivir aquí. Nunca se ha metido en jaleos", expresa Rosario Ballo, en declaraciones ante los medios de comunicación. Dice ser una íntima amiga y es la mujer que acudía a limpiar su casa asiduamente.
La limpiadora reconoce, además, que su amigo había terminado recientemente una relación y se encontraba "depresivo". "Estamos en shock", confesaba Rosario.
Adelino era natural de Albacete y vivía en Riba-roja desde hace siete años. Además, es padre de dos hijos mayores de edad. Tal y como avanzó Levante-EMV, el subinspector fallecido se retiró hace años por baja psicológica y tenía antecedentes de intento de suicidio.
Fuentes de la investigación confirmaron que el cuerpo de la víctima, de 60 años, presentaba golpes fuertes en la cara y el cuerpo.
Según el informe preliminar de la autopsia que ha revelado Las Provincias, el subinspector retirado no habría sido víctima de un crimen, por lo que se descarta que su fallecimiento haya sido causado por otra persona, tal y como apuntaban las primeras informaciones.
Los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Valencia han descartado una etiología homicida. El hallazgo del cuerpo tuvo lugar en la tarde de este lunes, cuando un familiar del fallecido avisó de que le había hallado sin vida en su vivienda particular, informó la Guardia Civil.
Hasta el lugar de los hechos se trasladaron agentes del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil, que se hicieron cargo de las investigaciones.
Tras inspeccionar minuciosamente la vivienda, el instituto armado no halló indicios criminales en la casa, ni de un posible robo en la vivienda después de comprobar que la puerta no había sido forzada.
