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La Policía Nacional ha arrestado a 32 individuos en la provincia de Valencia por su presunta implicación en una trama de estafas conocida como el método del “hijo en apuros”. La operación ha permitido esclarecer 63 denuncias registradas en diferentes puntos del país, con un perjuicio económico que supera los 320.000 euros, según informa Efe.

La investigación, iniciada en octubre del año pasado por la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia, comenzó tras recibir varias denuncias de ciudadanos que afirmaban haber sido víctimas de esta modalidad de fraude.

El esquema delictivo consistía en que los estafadores se hacían pasar por los hijos de las víctimas, contactándolas mediante aplicaciones de mensajería instantánea. Bajo distintos pretextos, como haber perdido el teléfono móvil o estar usando el de un amigo, solicitaban transferencias urgentes para adquirir un nuevo dispositivo.

Gracias a la rápida intervención de los agentes y a la pronta reacción de algunas víctimas, se logró bloquear transferencias fraudulentas por un valor de 10.760 euros, dinero que ya ha sido devuelto a sus legítimos propietarios.

Una vez que los estafadores conseguían un primer ingreso, mantenían el engaño con nuevas excusas –como la compra de un ordenador o la reparación de un coche averiado– con el fin de obtener más dinero.

El dinero sustraído era transferido a cuentas bancarias manejadas por terceros conocidos como “mulas”. Estas personas prestaban sus datos o abrían cuentas específicamente para recibir las sumas estafadas, lo que dificultaba el rastreo del dinero por parte de las autoridades.

Durante la operación también fueron arrestados cuatro individuos encargados de captar a estas “mulas”. Su labor era organizar la recepción y el posterior reparto del dinero fraudulento. Para atraer colaboradores, ofrecían comisiones, generalmente entre un 5% y un 10% de la cantidad recibida, utilizando para ello anuncios falsos de empleo o contactos personales.

La Policía Nacional recuerda que formar parte de estas actividades puede acarrear consecuencias legales graves. Sin embargo, aquellos que hayan sido contactados para actuar como “mulas” y lo comuniquen a tiempo a las autoridades, pueden colaborar en la investigación sin enfrentar cargos penales.

Tras meses de trabajo y seguimiento, la operación concluyó en junio con la detención de 32 personas –25 hombres y siete mujeres–, todos ellos residentes en diferentes localidades de la provincia de Valencia.