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La dirección nacional de Vox ha desginado de forma oficial al concejal José Gosálbez como su portavoz en el Ayuntamiento de Valencia. Un nombramiento después de que el pasado lunes decidieran suspender e inhabilitar temporalmente a Juanma Badenas para ejercer cualquier cargo. 

El partido adoptó esta decisión tras conocerse el presunto amaño de un contrato por parte del edil en favor de la empresa en la que trabaja Javier Cebrián, el marido de la delegada del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana, la socialista Pilar Bernabé.

Tras filtrarse la noticia, la formación de Santiago Abascal decidió abrir una investigación a su concejal mediante el Comité de Garantías del propio partido, que resolvió el pasado lunes suspenderle de sus derechos como afiliado como medida cautelar. 

Los 'voxistas', sin embargo, anunciaron que no reclamarían el acta a Badenas porque el proceso aún no ha concluido y la vocación de la formación es "respetar la presunción de inocencia", según explicó el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster

Apenas un día después, la alcaldesa de la ciudad decidió reestructurar su gobierno; apartar a Badenas de las competencias que tenía atribuidas y repartirlas en el resto de concejales de Vox: Gosálbez, Cecilia Herrero y Mónica Gil. 

Por ahora, y tal y como explican desde el partido, la investigación a su exportavoz "sigue su curso" y hasta que tengan una resolución firme Gosálbez asumirá sus funciones, tal y como avanzó EL ESPAÑOL

La crisis en Vox deja en jaque la gobernabilidad en Valencia. Sin embargo, desde el partido de Abascal subrayan que siguen siendo "parte del gobierno" municipal y que la voluntad es "dar estabilidad para poder cumplir con los compromisos adquiridos con los valencianos". 

Por lo pronto, desde la formación subrayan que "hasta la resolución del expediente disciplinario y en tanto siga en vigor su suspensión cautelar, Juan Manuel Badenas no representa a Vox".

Pero si la suspensión temporal se traduce en una expulsión definitiva, habría que ver si el exportavoz renunciaría al acta o no. Si la retuviera y se fuera al grupo mixto, dejaría en una posición de debilidad al ejecutivo actual. 

Catalá gobierna actualmente gracias a Vox con 17 concejales frente a los 16 de la oposición. Sin Badenas, el empate a 16 concejales obligaría a la alcaldesa a utilizar su voto de calidad en cualquier debate importante. 

La situación podría complicarse todavía más si Badenas se marchara al grupo mixto y Cecilia Herrero, su pareja sentimental y también concejal de Vox, hiciera lo mismo. La alcaldesa, entonces, se quedaría con tan solo 15 ediles, 13 de ellos del Partido Popular.

Compromís y PSPV mantendrían sus 16 ediles y la gobernabilidad e, incluso, la continuidad de Catalá al frente de la corporación local quedaría en manos de los dos concejales en cuestión.