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A punto de cumplir los 65 años, Loquillo sigue siendo una de las grandes referencias del rock en España. Lleva casi medio siglo sobre los escenarios y este viernes actuará en el del Río Verbena Fest de Pontevedra, del que es cabeza de cartel.

La Boa Vila será donde arranque su gira "Corazones Legendarios: Grandes Clásicos en Vivo", que será un avance del nuevo álbum que lanzará en septiembre para celebrar sus 47 años de carrera musical.

Un álbum que recopilará sus grandes éxitos reinterpretados con nuevos arreglos y las colaboraciones de artistas como Enrique Bunbury, Rubén y Leiva, Ramoncín, Alaska o Dani Martín.

La cita con el barcelonés será el viernes, 22 de agosto, a las 22:45 horas.

Inicia esta gira en Pontevedra, dentro del festival Río Verbena Fest. ¿Es casualidad o hay algo especial en arrancar "Corazones Legendarios" precisamente aquí?

En la vida no existen las casualidades, todo está escrito. Después de lanzar el poemario Europa de Julio Martínez Mesanza y finalizar la gira Transgresiones, me apetecía volver al rock español, a los grandes recintos y de paso dar una vuelta de tuerca a mi repertorio, que pronto escucharán por primera vez el público de Pontevedra.

En Corazones Legendarios revisita los grandes éxitos que han marcado su carrera. ¿Cómo fue, en lo emocional y lo artístico, el proceso de selección y regrabación de esos temas?

El proceso de selección de las canciones tiene que ver con los actores que interpretan el guion. Mi trabajo como director ha sido reinterpretar la película de mi vida.

El disco reúne a grandes figuras de la música española como Dani Martín, Bunbury, Alaska, Manolo García, Los Secretos… ¿Cómo se gestó esa red de colaboraciones? ¿Qué criterios siguió para elegir a cada artista y cómo fue trabajar con voces tan distintas?

Todos los actores de esta película - Bunbury, Rubén y Leiva, Manolo, Ramoncín, Alaska, Dani, Poveda, y muchos más - han tenido, tienen o alumbran alguna vinculación conmigo. El único con el que no había tenido relación ha sido Raphael: fue un fogonazo. Lo vi claro cuando grabé en Diario de una tregua la tonada Voluntad de bien del compositor Sabino Méndez. Su poso Bécaud era un reclamo perfecto para un dueto soñado.

En mi segunda vida como intérprete de poesía contemporánea la chanson française es mi escuela de escenario y Raphael había homenajeado a la música francesa en su reciente disco Ayer…Aún.

"El único con el que no había tenido relación ha sido Raphael: fue un fogonazo"

Loquillo

¿Qué puede esperar el público del repertorio en Pontevedra? ¿Habrá alguna sorpresa o versión inédita pensada para esta cita?

Estoy impaciente por reencuentrarme con el público después de casi tres años. Por otro lado, esa misma noche compartimos escenario con grandes del rock hispano… y puedo adelantar que habrá sorpresa con alguno de ellos.

Con más de cuatro décadas de trayectoria, ¿cómo ha cambiado su visión del rock -y de la música en general- desde sus comienzos con Los Intocables o Trogloditas hasta hoy?

Pertenezco a una generación que creció con el rock como estilo de vida "contra mundo". El punk fue el detonante que cambió la historia: en España coincidió con la muerte del dictador y la transición. Cuando me presenté por primera vez en un cabaret de las Ramblas, todavía campaba a sus anchas la censura. Era una época donde los cantautores, los cantantes melódicos, la rumba y las tonadilleras eran la banda sonora de un tiempo mientras The Clash, Ramones y en España, Ramoncín, Burning o La Banda Trapera se enfrentaban a un pasado que había que dejar atrás.

Para mi una banda o artista de rock tiene que resultar peligroso intelectualmente: debe explorar los límites y plantear dudas o hacerte tambalear.

"Pertenezco a una generación que creció con el rock como estilo de vida 'contra mundo'"

Loquillo

Y para cerrar: ¿qué sensaciones le acompañan al volver a salir de gira con un nuevo proyecto bajo el brazo?

Afrontar de nuevo un repertorio que recorre todos los clásicos de mi vida con el mejor público expectante por nuestra vuelta a las grandes giras, es un subidón del quince para mi y motivo de preocupación para la competencia: mi repertorio es imbatible.