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El descanso para comer es sagrado para cualquier trabajador, pero en especial para aquellos que trabajan en el sector del naval y buscan un restaurante de confianza donde disfrutar de un plato de calidad. Si además unimos el deseo de no caer en la monotonía y propuestas originales, podemos tener una de las propuestas más interesantes de la ciudad.

En Vigo es una realidad y se encuentra en el número 117 de la calle Tomás. Bajo el nombre de Asador-Restaurante As Cunchas, sus dueños, Gonzalo Álvares y María Alonso, llevan nueve años trabajando por sus clientes y en busca de nuevas experiencias —como la batalla de bocatas que organizan desde hace tres años—.

Heredaron As Cunchas de los padres de María, que se pasaban el día entre los fogones del restaurante hasta que los más asiduos les permitieran salir. Así fue desde el 2011 hasta 2016, cuando se tuvieron que jubilar tras servir miles de menús del día a los trabajadores de la zona, casi todos del sector naval.

"Les daba mucha pena no seguir con el negocio y nos plantemos nosotros venir aquí", recuerda María, que explica que "de primeras" estuvieron "tanteándolo, viniendo a trabajar pero cada uno con su propio trabajo". Pero se les "acumulaba el chollo", más aún con una niña recién nacida, y decidieron arriesgarse y apostar todo por As Cunchas.

Restaurante As Cunchas Treintayseis

"Nos quedamos con el concepto que tenían ellos, pero no nos gustaba nada", añade María. Sus padres abrían y cerraban cuando el cliente mandaba, no había horarios. Además, gran parte de las recetas y la preparación estaban ya anticuadas, y tomaron la decisión de actualizar As Cunchas.

El incendio que marcó la evolución de As Cunchas

En primer lugar, Gonzalo y María establecieron unos horarios: son un restaurante y abren principalmente para la hora de la comida y de la cena. Ahora bien, entre semana viven del menú del día y del sector naval, razón por la que adelantan el horario de apertura a las 10:00 horas.

Por otro lado, Gonzalo y María ya habían trabajado en hostelería, en lugares como el Náutico de Vigo o el Club Financiero. Así, empezaron a incluir poco a poco técnicas modernas de cocina: "Deshidratamos, cocinamos al vacío... Técnicas modernas que adaptamos a la cocina tradicional", resume el cocinero vigués, que recuerda que tratan de hacer todo sin gluten.

Pequeños cambios que se aceleraron después de sufrir un incendio hace tres años. La monotonía les estaba agotando y decidieron "cambiar un poco el concepto". Realizaron la reforma del local, mejoraron la iluminación e invirtieron en la puesta en escena, así como también tomaron la decisión de contratar personal.

Cambio de carta por el décimo aniversario

Desde 2016 hasta 2022, la carta era la heredada de los padres de María. A partir del incendio la fueron abandonando un poco, hasta tal punto que "hay veces" que hacen "el 20% de la carta y el resto son sugerencias". Mantienen clásicos como el churrasco de cerdo o el bacalao, pero añaden siempre platos como lomo de ciervo o fideuá de jabalí.

"Cosas que no se ven en tantos sitios, que son elaboradas de manera casera y tradicional, donde creemos que está nuestro fuerte", comenta María mientras limpia los cubiertos antes del servicio del mediodía, a la espera de los trabajadores de las fábricas de Tomás Alonso y Beiramar.

Estas nuevas incorporaciones están gustando a los clientes, que suelen arriesgarse a pedir los nuevos platos, incluso aquellos de la época de los propietarios originales. "Yo miro ahora hacia atrás y fue complicado, la transición familiar fue difícil", admite la dueña de As Cunchas. Muchos vecinos buscaban en ella el servicio de sus padres.

"La verdad es que se come genial: una cantidad justa, muy bien elaborado y, como menú del día, no encuentro otro en ningún lado. Así de claro", asegura a Treintayseis un cliente a su llegada al restaurante: "Tiene una relación calidad-precio que para mí es excepcional", añade.

Por eso, el menú del día es intocable, aunque la oferta cambie. Cada día, 30 comensales acuden a As Cunchas para disfrutar de su primer y segundo plato, con pan y café incluidos. "No siempre podemos hacer lo que nos gusta. También es un negocio y tienes que hacer dinero de alguna forma para sustentar todo", explica María.

Además, As Cunchas también tiene un servicio de catering. "No hay fin de semana que no tengamos un servicio. O vienen a recogerlo y se lo llevan, o se lo llevamos y lo dejamos todo montado", comenta la dueña del restaurante y de Puerta 121, el local colindante donde organizan eventos. Una forma más de diversificar su oferta.

Batalla de bocatas

Uno de los eventos que más fama les ha dado han sido las batallas de bocatas. "Al final no somos ni de Bouzas, ni del Casco Vello, ni de Traviesas. Nadie nos acoge como un hijo adoptivo y así llegamos a un público más joven", afirma María, que recuerda que todo surgió de la serie de televisión The Bear.

Como definen en As Cunchas, es "un evento rollo vermut con DJ", que fue todo un éxito desde el primer momento. Entre el restaurante y Puerta 121 acuden cerca de 300 personas para probar los dos bocatas que compiten por ser el ganador de la batalla, que se celebra dos veces al año, en abril y en octubre.

El bocadillo inspirado en la serie de Disney+ estuvo imbatido hasta abril de este año, cuando The Chef le arrebató la corona. Todos los sándwiches se basan en una serie o una película. Por eso, este 18 de octubre The Chef tratará de mantener su reinado contra la hamburguesa inspirada en The Menu.