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El himno del centenario, la visión identitaria del equipo directivo y los éxitos del último año han unido más que nunca al aficionado de Vigo con el Celta. El ambiente en Balaídos es especial en cada jornada, una sensación que también se traslada en cada previa a las inmediaciones del estadio.

Bien lo saben en Don Balón, uno de los bares de referencia de los celtistas desde hace más de 30 años. A sus mandos ya no están sus propietarios originales, sino Isabel, dueña de este clásico vigués desde hace 11 años.

Carmen, una de sus camareras, lleva trabajando allí desde antes del cambio de propietario y atiende a Treintayseis sentada en una de las mesas de la mítica terraza de Don Balón, donde centenares de celtistas se juntan para tomar la cerveza ceremonial antes de cada partido.

"Los anteriores dueños estuvieron como 26 años. Llevaban un montón de años, era gente mayor y ya quería dejar esto, que es mucho trabajo al fin y al cabo", explica mientras se toma la última calada antes de atender a una de las muchas llamadas que reciben al mediodía para reservar mesa para comer.

¿Qué pasa en Don Balón cuando no juega el Celta?

Don Balón es famoso por acoger a los celtistas cada jornada de La Liga durante más de 30 años, pero no todos los días juega el Celta. La estampa del entorno de Balaídos cambia entre semana, por donde pasan más de 20.000 personas cuando hay partido.

El sonido de las obras de Gol ensordece a los vecinos y el tránsito de coches es continuo hacia el parque de Castrelos. Pocas camisetas del Celta se pueden vislumbrar por Fragoso los días en los que el Celta viaja por España o se entrena en Afouteza.

Ahora bien, Don Balón sigue en el mismo sitio y sigue sirviendo café, cerveza, copas, refrescos y comida. Y es que es el local de referencia para muchos vecinos y trabajadores del barrio.

Cartel de Don Balón, con Balaídos de fondo Treintayseis

"Nosotros trabajamos mucho con Citroën y los trabajadores de Balaídos", señala Carmen, que explica que cogen "la gente que sale del turno de noche por la mañana temprano, que se vienen a tomar sus cervecitas" y luego se dedican a servir desayunos y menús del día.

De hecho, a apenas media hora de las 12:00, Carmen empieza a recibir llamadas para reservar para comer. "Gente de Citroën que entra al mediodía y que come antes, y después gente de oficinas que también tienen una hora para comer rápido", detalla la camarera.

"Cuando más me gusta trabajar es un día de fútbol"

A pesar de que han cambiado en los últimos años la decoración del bar y haber retirado las míticas portadas del Marca y las camisetas históricas, Don Balón mantiene algún guiño en sus paredes al Celta.

Y no es para menos, a pesar de no ser su sustento diario, los partidos del conjunto olívico significan una parte importante de la caja de Don Balón. Su jardín es punto de encuentro para varias peñas del Celta —Movida Celeste, La Previa o Teixugos, cuya bandera se puede observar en la barra.

Cafetería Don Balón Treintayseis

"Cuando más me gusta trabajar es un día de fútbol", asegura Carmen, que define como "fiestas" cada jornada liguera. El alcohol siempre está presente cada partido, cerveza para los encuentros sobre las 17:00-18:00 horas y copas para después de comer o a la noche.

Da igual la hora y el rival, Carmen afirma que están "muy preparados" para el fútbol. La dinámica de trabajo cambia cuando juega el Celta: las mesas se retiran y sólo sirven en barra, donde cobran al instante. "Es súper divertido, muy dinámico", describe la camarera.

Así, consiguen un ambiente especial para calentar las gargantas antes de entrar en Balaídos. Carmen explica que muchos grupos de amigos siempre se juntan en Don Balón, así como familias enteras, sus tres generaciones, en cada encuentro.

"Ya somos todos como un poco familia", afirma la camarera. "Hay muy buen rollo, nunca tuvimos problemas así de broncas ni nada", añade, antes de explicar que, con las obras de Gol, los celtistas se marchan antes hacia sus butacas.

Me ha sorprendido mucho ver tanta gente joven tan aficionada y tan forofa

Carmen, camarera de Don Balón

Además, Carmen confirma que ha habido un cambio entre el aficionado del Celta en los últimos años. "Me ha sorprendido mucho ver tanta gente joven tan aficionada y tan forofa", destaca.

La vuelta a Europa y los éxitos de los últimos 10 años del Celta, pese a rozar el descenso en varias ocasiones, ha acercado al club a un público más joven. El celtismo está más vivo que nunca, así como Don Balón.