Desde hace unos años, los precios sufren una subida constante. Desde la pandemia, son varias las veces en que los focos de la actualidad se han depositado en el aumento extraordinario del precio de determinados productos.
Tanto de productos de primera necesidad como otros habituales en el día a día y en la cesta de la compra, el coronavirus, la crisis energética o la guerra de Ucrania han ido perfilando un progresivo aumento del precio de la vida.
Ocurre, sin ser un producto de primera necesidad, con el chocolate. En este caso, con una docena de churros con una taza de chocolate; el precio del cacao alcanzó en diciembre de 2024 un precio máximo que ha seguido en ascenso en el primer mes de este año.
Producción centrada y mal clima
Son cuatro países los que representan el 75% de la producción de cacao; de ellos, Ghana y Costa de Marfil mantienen el 58% de esta. Igual que ocurrió con el aceite de oliva, el clima ha sido una de las claves para que se diese una crisis del cacao que ha hecho saltar todas las alarmas en los últimos meses.
En este caso, las persistentes sequías que se han registrado en África Occidental y el temor de que la oferta de cacao sea insuficiente, ha hecho que se disparen los precios. De hecho, según la International Cocoa Organization (ICCO) comparado con el inicio de la temporada 2024/25, los precios han aumentado en dos grandes ciudades como Londres y Nueva York alrededor de un 65% la tonelada de cacao.
Para comprobar cómo ha afectado esta subida de precio en Vigo, el chocolate con churros es un buen indicador.
Aumento de un euro
Como datos generales, si al principio de esta década, hace cinco años, se podía consumir en Vigo una docena de churros con chocolate por un precio general de 3 euros, hoy en algunos casos el precio supera los 4 euros.
Son varios los locales que reconocen que han tardado en tomar la decisión de repercutir en el cliente ese aumento del precio del cacao, aunque hoy se hace ya casi indispensable para poder sobrevivir.
Es el caso de Filipo, con locales en Rosalía de Castro, Urzaiz y Camelias. Han tardado dos años en subir el precio del chocolate, después de que haya subido, también, el precio del café y de la leche. Según apunta Manuel Álvarez, de Filipo, este año han subido 20 céntimos el precio del chocolate, y 5 céntimos el de la unidad de churros para poder hacer frente a ese aumento de gasto.
Desde Churrería Carmen, una de las clásicas y mejor valoradas de la ciudad, reconocen que les han subido el precio del chocolate en 10 euros, por lo que, señala Isabel Guerra, se han visto obligados a repercutirlo en el precio de su chocolate, que hoy cuesta 25 céntimos más.