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Los montes de Galicia esconden verdaderos tesoros que merece la pena descubrir. Cerca de Tui (Pontevedra) existe un lugar declarado Parque Natural. Se trata del Monte Aloia, unos 10 km de sendas en un paisaje precioso integrado en la Serra do Galiñeiro.

El Monte Aloia es el primer Parque Natural de Galicia, declarado en 1978. Es el resultado de una repoblación de cipreses, abetos y cedros del Líbano plantados hace más de 100 años. Está a 700 metros de altura y cuenta con 5 miradores con unas vistas increíbles sobre el río Miño.

Un Parque Natural de cuento

Vistas desde el Monte Aloia Shutterstock

Situado en el extremo sur de la Serra do Galiñeiro, el Monte Aloia es mucho más que un simple parque natural: es un enclave privilegiado con vistas de escándalo a los valles de los ríos Miño y Louro.

En sus 746 hectáreas es el Parque Natural más pequeño de Galicia, pero también el primero al ser declarado como tal en 1978.

Su punto más alto, el Alto de San Xiao (631 metros), conocido también como el mirador González Páramos, es una parada obligatoria. Desde allí, la panorámica abarca desde el curso del Miño hasta las tierras del norte de Portugal.

Junto a este mirador se encuentra la ermita de San Xiao, donde se cree que hubo un antiguo castro celta y que sigue siendo lugar de romerías y tradiciones populares.

Ermita dle alto de San Xiao turismo.gal

El Monte Aloia cuenta con una gran historia. Allí se encuentran restos arqueológicos de la Muralla Ciclópea, construcciones prehistóricas que hablan de un momento en el que el monte tuvo usos defensivos y religiosos.

"También que este es el mítico Monte Medulio, escenario del suicidio colectivo de las tribus celtas antes de caer en manos de los romanos. Tal vez"; informan desde turismo.gal.

"Este rincón es perfecto para una escapada de naturaleza"

Monte Aloia turismo.gal

Existe una gran variedad de senderos señalizados, seis miradores, zonas de merendero, y un entorno donde el 80% de la superficie está cubierta por árboles. Todo ello convierte al parque en un espacio ideal para el senderismo y el turismo de naturaleza.

Con los colores del otoño, este lugar es, si cabe, mucho más bonito y especial, trasladándote al interior de un cuento en el que vivir tu propia aventura.

El parque cuenta con una red de rutas señalizadas que ofrecen opciones para todos los niveles, con el objetivo de que todos puedan disfrutar del entorno. Desde pasos cortos de pocos cientos de metros hasta recorridos que suman varios kilómetros.

No te puedes perder la visita al Centro de Interpretación Ingeniero Rafael Areses, antigua casa forestal de 1921 reconvertida en museo del parque. Aquí podrás conocer mejor la riqueza natural del entorno y aprender sobre las especies animales que habitan en la zona.

Centro de Interpretación Monte Aloia Lola Alonso

Desde aquí salen varios itinerarios que conectan miradores, áreas recreativas y siete molinos de agua restaurados (Ruta de los molinos del Tripes y Ruta de los molinos de Paredes).

En total, se pueden recorrer más de diez kilómetros descubriendo no solo la riqueza paisajística, sino también la botánica del lugar, gracias a una senda educativa con paneles explicativos y actividades interactivas.

"La más vieja ruta a pie es la del castro del Alto dos Cubos, una citania de la cual se conserva el muro de 1.250 metros de longitud que por estar hecho de grandes piedras sin argamasa recibe el curioso nombre de muralla ciclópea", indican desde turismo.gal.

Gracias a su localización -muy cerca de Tui y de Portugal-, el Monte Aloia es un lugar perfecto para disfrutar en cualquier época del año. No pierdas la oportunidad de perderte entre sus caminos rodeado de naturaleza y de vivir la esencia del rural gallego al máximo.