Los Paradores Nacionales son una red de hoteles en España que se caracterizan por estar ubicados en edificios históricos, como castillos, monasterios, conventos y palacios, o en enclaves naturales privilegiados. Fundados en 1928 con el objetivo de impulsar el turismo y conservar el patrimonio, estos hoteles combinan historia, cultura y gastronomía en un entorno único.
Si bien hay paradores espectaculares en todo el país, muchos consideran que el más bonito está en Galicia. Entre los favoritos destaca el Parador de Santiago de Compostela, también conocido como el Hostal dos Reis Católicos. Este impresionante edificio del siglo XV, situado en la emblemática Plaza del Obradoiro junto a la Catedral de Santiago, fue originalmente un hospital de peregrinos y hoy es un lujoso parador con una arquitectura renacentista impresionante, patios llenos de historia y una de las mejores ofertas gastronómicas de la red.
Otros paradores gallegos que también destacan por su belleza son el Parador de Baiona, con su espectacular ubicación sobre la bahía, y el Parador de Santo Estevo, un antiguo monasterio en plena Ribeira Sacra rodeado de frondosos bosques y cañones fluviales.
El Parador de Baiona es uno de los más impresionantes de la red de Paradores en España, tanto por su belleza arquitectónica como por su ubicación privilegiada. Se encuentra en la península de Monterreal, en la localidad de Baiona (Pontevedra), ofreciendo unas vistas espectaculares sobre el océano Atlántico y las Islas Cíes.
El Monasterio de San Esteban (Santo Estevo) se encuentra en la Ribeira Sacra, en la localidad de Ribas del Sil. Se trata de un majestuoso conjunto monacal de origen benedictino, compuesto por tres claustros de distintos estilos arquitectónicos. Tras un periodo de abandono, fue restaurado y convertido en un impresionante parador. Desde 1923, el edificio está reconocido como Bien de Interés Cultural en España.
Este antiguo monasterio de la Orden de San Benito se erige en un entorno natural privilegiado, rodeado de frondosos bosques y situado entre los ríos Sil y Miño. Su origen se remonta a los siglos VI y VII, aunque su estructura actual es fruto de sucesivas ampliaciones a lo largo de los siglos. Su arquitectura combina diferentes estilos, reflejados en sus tres claustros: románico, gótico y renacentista.
En consecuencia, el Parador de Baiona ofrece una experiencia única en una fortaleza histórica con vistas al océano Atlántico. Los precios para alojarse en este parador varían según la temporada, el tipo de habitación y las ofertas disponibles. Según datos de KAYAK, el precio promedio por noche es de 165 € entre semana y 252 € durante el fin de semana.
Además, el Parador organiza eventos especiales, como la "Noche Medieval en Baiona", que en su edición del 1 de marzo de 2025 ofrecía paquetes desde 135 € por persona en habitación doble estándar.
Los restaurantes del parador es otro de sus grandes atractivos. Ofrece especialidades de la cocina gallega, con productos frescos y de alta calidad. Algunos platos destacados incluyen: mariscos de la ría (navajas, percebes, centollo...), pulpo a feira, empanada gallega, pescados frescos al horno o Tarta de Santiago.
Además, Baiona es un destino ideal para quienes buscan historia, naturaleza y gastronomía. Algunas actividades recomendadas son:
- Recorrer las murallas del parador, disfrutando de las vistas al Atlántico.
- Visitar la réplica de la carabela La Pinta, en el puerto de Baiona.
- Explorar el casco histórico de Baiona, con sus calles empedradas y casas señoriales.
- Hacer una excursión a las Islas Cíes, desde el cercano puerto de Vigo.
- Disfrutar de las playas de la zona, como la de A Ribeira o la de Santa Marta.
El Parador de Baiona es una opción perfecta tanto para una escapada romántica como para un viaje en busca de historia, mar y buena gastronomía. Cabe destacar que Baiona está aproximadamente a 25 km de Vigo. En coche, el trayecto dura unos 20-25 minutos por la autopista AG-57 o la carretera costera PO-552, que ofrece unas vistas espectaculares de la ría.
Si prefieres el transporte público, hay autobuses regulares que conectan ambas localidades en unos 40-50 minutos, dependiendo del tráfico y la ruta. En definitiva, es una escapada perfecta desde Vigo, sobre todo para disfrutar de su casco histórico, su fortaleza y sus impresionantes vistas al Atlántico.
