Son días muy puntuales en los que el centro de la ciudad se llena de gente hasta el punto de que es complicado avanzar por las calles y acceder a cualquier bar o cafetería. Hasta hace poco, eran especialmente populosas las celebraciones de día en la Reconquista y el aperitivo del 31 de enero, pero desde hace unos años se ha sumado la conocida como "Tardebuena".
El término se refiere al día 24 de diciembre, cuando se celebra la Nochebuena, y la costumbre de salir a la calle desde la hora del aperitivo y alargar toda la tarde hasta la hora de la cena.
Así, al ya habitual lleno de las calles durante la Navidad, especialmente a partir de las 18:00 horas, con el encendido de las luces, se ha unido este momento de reunión urbana que ocupa varias zonas del centro de Vigo y que encuentra cada vez más refugios donde juntarse con amigos, vecinos y conocidos.
Casco Vello
La plaza de la Colegiata ha sido siempre centro neurálgico de este momento de aperitivo y vermú, como lo es durante todo el año como lugar elegido para tomarse una caña o un refresco en alguno de los diferentes bares que rodean la plaza, en sus terrazas, o en las propias escaleras de la Concatedral.
Dentro del Casco Vello, la calle de las ostras, la plaza de A Pedra y Teófilo Llorente también son clásicos para estos días, y se ha incorporado una de las zonas de moda en los últimos tiempos, la Plaza de Eduardo Chao.
Otro punto de encuentro es la plaza de la Constitución, acompañada de la Puerta del Sol, con el árbol gigante como señuelo, y la plaza de la Princesa. En la primera, también rodeada de soportales, terrazas y locales para comer, se ha añadido un elemento que otorga, más si cabe, un ambiente más festivo al encuentro de los cientos de personas que se dan cita.
Y es que la música que suena por los altavoces instalados en los locales es un claro reclamo para que, al ritmo de grandes éxitos, los vigueses se vayan concentrando alrededor de la farola que marca el eje de la plaza, al igual que las barras que muchos de los locales sacan a la calle para evitar las aglomeraciones en los interiores y facilitar el consumo a los asistentes.
Cíes Market
El Casco Vello ha sido desde siempre uno de los puntales para los aperitivos de estas fechas, y desde 2019, el Cíes Market de la Alameda se ha convertido en una ramificación de la celebración.
Acostumbrada la Plaza de Compostela a la escasez de locales para "tomar algo", las casetas del mercadillo se convierten en efecto llamada para aquellos que prefieren no aglutinarse en el kilómetro cero de la ciudad, de la Navidad y de la "Tardebuena".
Además, el Cíes Market amplía la oferta gastronómica y de comida rápida, sin necesidad de mesa y silla, también ofrece bebida y un espacio de esparcimiento para los más pequeños con escasa circulación de coches y muy cercano al Náutico y Montero Ríos, mucho menos transitados y más abiertos.
Paseo de Alfonso
Lo que parece claro es que las zonas peatonales del centro, como las plazas y los parques, se convierten en centros de reunión; por esta razón, desde la peatonalización de Elduayen y la semipeatonalización del Paseo de Alfonso, este último se ha sumado a las grandes concentraciones de gente para alargar la tarde del 24.
En este caso, también se suman las excelentes vistas a la ría, un añadido muy valorado especialmente en los días despejados y sin lluvia, que son la mayoría de "tardebuenas" de los últimos años.
Aquí, la oferta la centra El Castro, pero la renovada plaza frente al olivo centenario y las varias terrazas de los locales de esa acera lo convierten en uno de los lugares elegidos también por muchos vigueses para celebrar que, unas horas después, llega la Nochebuena.
