Sin atracción ni fuegos artificiales, pero los vecinos de Coia han podido disfrutar finalmente de sus fiestas con menos público que de costumbre. "Se ve muy desolada", comenta a Treintayseis el presidente de la Comisión de Fiestas de Coia, Manuel Carrera.
"Faltan los chavales", añade el también presidente de las comisiones de fiestas de Vigo. Explica que el primer día, el viernes 4 de julio, sí "había mucha chavalada" porque estaban programadas diversas sesiones de DJ, pero el resto del fin de semana "ya era una media de edad de 40 para arriba".
Ese día, las viguesas Fillas de Cassandra protagonizaron el pregón de las fiestas, un acto al que no acudió el alcalde de Vigo, Abel Caballero, como en años anteriores
Pese a que una atracción sí pudo obtener el permiso municipal, al final tampoco pudo trabajar en Coia debido a la presión de los feriantes, que demandaron a los dueños de The King solidaridad con el resto sus compañeros afectados.
Así, pocos elementos de la fiesta de este año han podido atraer a los más pequeños de la familia, ya que "ni los hinchables" pudieron conseguir licencia para montar en la Avenida de Castelao.
Según confirman desde la Comisión de Fiestas, la afluencia de público se redujo en un 50% durante el fin de semana. Esperan más público este martes con la actuación de Panorama.
Consecuencias para el resto de puestos
El resto de puestos -tómbolas, rosquilleras o churreros- también se han visto afectados por la ausencia de atracciones. "Dependen mucho de ellos", asegura Carrera.
"Normalmente ya están funcionando a las 17:00 horas, cuando los abuelos llevan a los niños, pero al no haber atracciones, no funcionan", detalla el presidente de la comisión a Treintayseis.
Carrera recuerda que las fiestas son "un compendio de cosas, desde el olor a sardinas hasta las orquestas". Por eso, la falta de una de las patas de esta particular silla puede tener tanto impacto en el resto.
Además, la tirada de fuegos tampoco se ha podido celebrar. Tan sólo un par de atrevidos vecinos tiraron algún artificio para animar la noche del sábado en el barrio.