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Pocos locales sobreviven en Vigo que griten "historia" como lo hace el número 21 de la Rúa Real. Desde hace 38 años, el Tipo X se mantiene como un emblema de la noche viguesa, una especie de bandera pirata que recuerda a los vigueses que aún es posible disfrutar de buena música al salir de fiesta. Y, sin duda, el pub es también una máquina del tiempo que transporta a la Movida de los 80.

Como muchas grandes historias, la del Tipo X comienza con la emigración. Tras terminar la carrera de Ingeniería Mecánica Naval, Francisco Gutiérrez Petrovich viaja desde Uruguay a Vigo para embarcarse. Sin embargo, el destino quiso que Fran llegara en 1984, en plena reconversión del sector naval, lo que le obligó a cambiar de rumbo y adentrarse en el mundo de la noche.

Fue su recién adquirida experiencia en la noche viguesa, sumanda a su ferviente pasión por la música, lo que lo llevó a apostar por su propio local en 1986. "Quería montar algo diferente y que representara a la música", explica Fran.

El tipo X Treintayseis

Dos premisas muy simples, pero extremadamente difíciles de conseguir. Sin embargo, Fran lo consiguió, consolidando el Tipo X como el templo de la música en Vigo. Cualquier rincón dentro del local es un homenaje a la cultura musical de diferentes décadas del siglo XX. Lo que, sin duda, se ve reflejado en su extraordinaria colección de 3.200 CDs y 1.000 DVDs musicales que adornan la pared detrás de la barra. "A mayores, en mi casa tengo 3.500 vinilos, 600 vídeos en Beta y VHS, 1.000 CDs y 300 cintas", enumera el propietario.

Con una colección tan impresionante, resulta difícil creer que el Tipo X comenzó con apenas dos discos y 10 cintas, pero así lo asegura su dueño, quien también ejerce de DJ.

El Tipo X: La insignia del bar

El Tipo X, un pequeño muñeco naranja que hace un corte de manga a quien lo observa, es la imagen del local. Un homenaje de Fran a su juventud, a sus amigos y a su tierra. El propietario recuerda cómo ese muñeco adornaba las paredes de la habitación de un amigo suyo, en forma de póster, hasta que este se lo regaló. Con el tiempo, el muñeco se convirtió en el logo del establecimiento.

El Tipo X Treintayseis

Este cariño por lo personal y lo nostálgico se refleja en cada rincón del local, donde no queda ni un hueco sin cubrir.  Entradas, fotografías, carátulas de discos… todo está cuidadosamente dispuesto para transportar al visitante a otra época. "Terminé las paredes hace pocos años, pero todavía me queda el techo", bromea Fran, refiriéndose a su interminable colección. Así, el Tipo X no solo es un bar, sino una verdadera máquina del tiempo que hace felices a los más nostálgicos, quienes se sienten como en casa al sumergirse en su ambiente único.

Dedicado a la música del siglo XX

Desde la Movida de los 80 hasta la actualidad, el Tipo X ha sabido conquistar a su público y mantenerse abierto. "Cuando abrí era increíble, había cientos de locales y todos estaban llenos; ahora, locales así no hay", recuerda Fran.

De hecho, el Tipo X es único por algo tan simple como su método de reproducción musical: usar CDs. "El audio lo pongo con CD y con un ordenador pincho los vídeos", explica Fran, quien asegura que el local está en auge precisamente porque en Vigo no hay muchas opciones para disfrutar de música diferente. "Te puedes encontrar desde jóvenes de 25 años hasta gente de 70 y pico; y todos vienen a escuchar buena música", resume.