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Violencia, ruidos, enganches ilegales a la red eléctrica, drogadicción y presencia de ratas. Esa es, dicen los vecinos de Cabral, la realidad en la zona de Fontiñas: Una auténtica "pesadilla" para decenas de familias que se encuentran "desesperadas".

Todo lo anterior lo atribuyen, tal y como denunciaron ante el Concello, la Policía Nacional y a la propia asociación de vecinos, a una vivienda ocupada de manera ilegal desde septiembre de 2024. Hasta el momento, aseguran, ninguna institución ha tomado cartas en el asunto. "Hai berros, golpes, música a todo volume e pelexas que chegan ata o amencer", relatan los afectados por esta situación.

Por otro lado, lamentan que llegó a producirse "confrontación directa coa veciñanza" y que, además, el sábado 1 de noviembre, las ruedas de algunos coches aparecieron pinchadas: "Que será o próximo e que precisan as autoridades para tomar medidas".

En la misma denuncia se detalla que el grupo de "politoxicómanos" realiza enganches ilegales a la luz y al agua, hasta el punto de que Aqualia tuvo que acometer una obra en el suelo para quitarles el acceso.

Uno de los cuadros manipulados en Cabral (Vigo). Cedida

Lo anterior, continúan, ha provocado que los presuntos okupas estén lavándose y lavando su ropa en el lavadero del barrio "desaugando químicos tóxicos directos ao río Lagares". También, anotan, le rompieron y manipularon una instalación privada de luz y, actualmente, se encuentran enganchados al alumbrado público.

No contentos con lo anterior, los vecinos de Cabral también denuncian robos en coches, roturas de espejos, carrocerías. "Non hai que ser inspector de policía para saber que venden droga a todas horas", aseguran. "A situación de descaro chega ao punto de que os taxis paran na porta durante apenas uns minutos para que os consumidores fagan a súa compra e marchen con celeridade".