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La noticia saltaba el 17 de junio: Uber comenzaba a operar en Vigo sin licencia. La polémica estaba servida y un día más tarde se reveló que una compañía de VTC había solicitado 13 licencias para prestar el servicio, que este miércoles han sido desestimadas por el Concello, así como otras 11 peticiones.

Así lo ha confirmado la corporación municipal a través de una nota transmitida a los medios de comunicación, en la que avisan a la empresa de transportes que, de seguir operando en Vigo, se enfrentan a infracciones tipificadas como muy graves.

Las sanciones van desde los 2.001 hasta los 6.000 euros por vehículo, que puede llegar a ser inmovilizado por las autoridades como medida cautelar.

Además, el Gobierno de Abel Caballero ha informado que ya ha comunicado su decisión a la compañía. También ha informado que se han enviado estos partes a la Xunta de Galicia para que "adopte las medidas que considere oportunas".

¿Por qué Vigo rechaza los VTC?

El Concello de Vigo argumenta que la legislación que se aplica a las "autorizaciones de arrendamiento de vehículos con conductor" sólo los habilita a realizar trayectos interurbanos. Así, los VTC no tienen permitido operar dentro de la ciudad. 

Para poder trabajar dentro de los entornos urbanos, las compañías solicitantes deben pedir la autorización correspondiente a los concellos, en caso de que esta administración tenga regulada su "otorgamiento en la correspondiente ordenanza municipal, así como las condiciones de préstamos de servicio". 

Es decir, si Uber quiere desembarcar legalmente en Vigo, tiene que esperar a que el Concello apruebe una ordenanza que autorice este tipo de servicios de transporte. 

Cabe recordar que ante la resolución municipal, la empresa puede interponer un recurso de reposición, en el plazo de un mes, así como un recurso contencioso-administrativo, en el plazo de dos meses.