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Los pasajeros habituales de los trenes de alta velocidad entre Vigo y Madrid recibieron este miércoles una gran noticia: el tiempo de viaje se sitúa ya por debajo de las cuatro horas. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha sacado pecho de este "avance sustancial" y ha criticado la falta de apoyo que ha recibido de la Xunta de Galicia y de la oposición municipal durante este tiempo.

El regidor socialista ha recordado la polémica surgida hace dos meses tras su petición de suprimir algunas paradas de Castilla y León para reducir los tiempos de viaje. "Tomaron la decisión correcta", ha dicho Caballero en referencia al presidente de Renfe y al ministro de Transportes, Óscar Puente.

"Pero no deja de ser cierto que en esta demanda, el alcalde de Vigo no contó ni con el apoyo del BNG de Vigo, ni con el apoyo del PP de Vigo, ni con el apoyo del presidente de la Xunta de Galicia", ha señalado el alcalde que asegura que a la ciudad "solo la defiende el gobierno municipal" y "lo atiende el Gobierno de España".

Así, ha denunciado que el presidente autonómico, Alfonso Rueda, no saliese en su defensa cuando el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, realizó "ataques muy fuertes". El líder del PP castellano veía "intolerable" la propuesta de Caballero.

De hecho, el alcalde ha vuelto a emplazar a que en Castilla y León sean "solidarios" y que "entienda que Vigo, además de dar una vuelta de 100 kilómetros, tiene que parar en Segovia y en Medina del Campo". "Quiero que el presidente de la Xunta diga esto mismo", ha añadido.

"Creo que es una decisión justa", ha recalcado Caballero, que defiende que dos trenes con salida desde Vigo no hagan parada ni en Segovia ni en Medina del Campo. Además, ha criticado que el BNG de Vigo se mantuviera "callado" sobre una medida que también beneficia a la ciudad de Pontevedra, gobernada por los nacionalistas.