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Si hay una demanda que resuena entre las infraestructuras que Vigo lleva años solicitando, esa es la conexión entre Vigo y O Porriño por túnel; se encuentra a la altura del AVE directo a Madrid por Cerdedo o la Salida Sur. Son demandas de la ciudad que llevan años siendo reclamadas con insistencia. Pero en el caso de la primera, el nuevo trazado de esa A-52, la Autovía de las Rías Baixas que une Galicia con Castilla-León y con final en Benavente, hoy es foco de la polémica.

Partimos de 2022, cuando el Gobierno de España confirmaba que construiría la autovía en túnel entre Vigo y O Porriño, que tendría una inversión de 300 millones de euros. Era en diciembre, cuando Caballero trasladaba este acuerdo, entre otros, tras reunirse con Juan Pedro Fernández Palomino, Director general de Carreteras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

"Será un tramo de 4,2 kilómetros que abarcará prácticamente todo el trazado de dificultad y tendrá características técnicas muy buenas", aseguraba Abel Caballero sobre esta obra. Meses antes, en febrero, el Pleno de Vigo se oponía a la alternativa que planteaba la Xunta, presidida en aquel momento por Alberto Núñez Feijóo, que pasaba por la liberación del peaje de la AP-9, lo que reduciría el tráfico rodado por la A-52.

Ese año, ya existía una clara negativa al trazado que se planificaba, que atravesaba Bembrive, aunque las demandas de los vecinos estaban solapadas por otras reivindicaciones: las de la plataforma Avibe, contra el vial PO-010, que concernía también a Bembrive, además de Beade, Sárdoma y Castrelos. El origen era común, el PXOM que se aprobará en este 2025.

Se retoma en diciembre de 2024

El silencio se hizo durante este último año, al menos el mediático, fruto de esos pasos invisibles que se dan administrativamente, la burocracia aludida por Kafka, que se desata como una tormenta el pasado 18 de diciembre, cuando el Ministerio de Transportes anuncia que somete a información pública el nuevo trazado la A-52 para conectar O Porriño y Vigo por 389 millones de euros.

"Un paso importantísimo" para la construcción de ese nuevo tramo de autovía, destacaba Abel Caballero, que remarcaba que en su tramitación ambiental se adoptarían medidas para la protección del entorno del río Eifonso, a petición del propio Concello de Vigo. La autovía en túnel a O Porriño había formado parte, una semana antes, de los conciertos reivindicativos que el Concello había organizado en la Puerta del Sol para reclamar esta infraestructura, además del AVE directo a Madrid por Cerdedo, el AVE Vigo-Oporto en 2030.

Pero en las últimas semanas, la A-52, su nuevo trazado y la construcción de un túnel para soterrar el tráfico, se ha convertido en una de las protagonistas de la actualidad. Por un lado, los vecinos de Bembrive, englobados en la asociación Bembrive en pé, han ido retomando su actividad progresivamente, haciendo honor literal a su denominación. Sobre ellos, Caballero cifraba recientemente en torno a 15 los vecinos afectados; según la asociación y el estudio informativo publicado hace un mes por Transportes, sería necesario demoler 22 viviendas y 12 almacenes. "Defenderemos sus derechos para ser tratados de acuerdo a ellos, pero no van a parar la autovía aunque les pese", aseguraba el regidor olívico, que también manifestó que algunos querían que se volviese al "carro y los bueyes".

Trazado de la A-52.

Bembrive en pé

"Afectado es todo aquel cuya casa quede cerca de esta obra, no sólo aquellos a los que se las van a derribar. Son 22 viviendas, en alguna de ellas viven hasta tres familias, en una planta cada una", responde Roberto Estévez, portavoz y presidente de Bembrive en Pé. "A alguno le hacen un favor derribándole la casa, porque yo al menos preferiría quedarme sin casa a vivir bajo tierra", añade sobre la magnitud de las afecciones que generará el proyecto en Bembrive.

Un proyecto que Roberto explica de la manera siguiente: "Es como si hiciéramos un corte en medio de la parroquia. Se habla del túnel, pero desde un kilómetro antes se harán escombreras, y eso va a quedar ahí", inicia. "Dejan fuera del núcleo a varios barrios de Bembrive que se quedan aislados; y afecta al entorno, ahora es todo naturaleza, está todo integrado, y eso se va a cambiar por un mamotreto", continúa. Por último, señala el ruido "por todos lados" para los vecinos que generará este tramo de autovía.