La Semana Santa ha estado en Vigo pasada por agua. Las lluvias producidas, especialmente durante el último fin de semana, obligaron a suspender las procesiones y causaron numerosas incidencias en la ciudad.
Sin embargo, a pesar del mal tiempo, el nivel de ocupación hotelera de la ciudad rozó el 60%. Así lo ha anunciado este lunes el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, en un audio remitido a los medios de comunicación, en el que hizo hincapié en que se trata de datos "muy importantes".
"Vigo sigue consolidándose como un gran destino turístico", celebró Caballero. Con estos datos, la ciudad olívica continúa labrando sus buenos datos de ocupación hotelera, que lleva meses rompiendo sus récords.