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Permítanme presentar a Mireia Trepat, una de las fundadoras de Freshly. Bajo su liderazgo, Freshly ha revolucionado el sector de la cosmética, escalando hasta alcanzar unos impresionantes 45 millones de euros de facturación anual.

Hoy, su alcance es internacional, con presencia en más de 36 países, un equipo de más de 200 personas y una base de más de 1,5 millones de clientes. Impresionante.

Su última jugada maestra: la expansión al retail, donde ya están presentes en más de 1.000 puntos de venta, llevando su producto de la estantería virtual a la física.

Todo esto en apenas 8 años. Así es como Mireia se ha convertido también en LinkedIn Top Voice y en una de las voces del emprendimiento femenino con más alcance de España.

Antes de emprender, ¿qué experiencias o aprendizajes previos consideras clave para el éxito de Freshly?

Mi formación académica, tanto en la carrera de ingeniería química como en el máster, me proporcionaron una base sólida de conocimientos, tanto técnica como estratégica. Aunque considero que lo más importante fue la actitud que decidí adoptar desde el primer contacto con el mundo laboral, el inconformismo con quedarme en un sitio cómodo, pero que no me iba a hacer feliz, y ahí, decidir emprender. Aprendí a trabajar con estructura, a tener visión de negocio y a mantener siempre la curiosidad y la ambición por conseguir aquello que me propongo. Esa mezcla ha sido clave para construir Freshly desde cero.

La vida del emprendedor es de altibajos, ¿hubo algún momento en el que pensaste en abandonar? ¿Qué te hizo seguir adelante?

Hubo momentos de muchísima presión, donde las cosas no salían como esperábamos o tomábamos decisiones arriesgadas que no sabíamos dónde nos iban a deparar, pero el hecho de abandonar nunca se me pasó por la cabeza. Uno de esos momentos, por ejemplo, fue el cierre de nuestra tienda en Londres. Fue duro, y aunque al principio costaba verlo así, entendimos que no era un fracaso, sino un gran aprendizaje. Lo que nos hizo seguir adelante fue recordarnos el propósito claro con el que empezamos, el compromiso con nuestra comunidad y el equipo que hay detrás de Freshly.

Hay miles de marcas de cosmética, ¿cuál es la clave para triunfar en un mercado tan saturado?

Considero que la clave está en diferenciarte con propósito, no sólo en crear una marca más. No fundamos Freshly solo para vender productos, sino para transformar la forma en que entendemos la cosmética. Apostamos por aproximar la cosmética en el estilo de vida saludable de las personas, de una forma transparente, creando comunidad y con una experiencia digital… No queríamos ser una marca más, sino una marca que marcase la diferencia, que tuviera una razón de existir. Eso es lo que nos ha hecho conectar y crecer.

¿Cómo fue el proceso de desarrollar tus primeros productos? ¿Hubo algún fracaso o pivote clave?

Lo definiría como un proceso muy experimental, con incertidumbre, pero también muy apasionante. Teníamos el conocimiento científico por el hecho de ser ingenieros químicos, pero también queríamos validarlo con el mercado real que al final son las personas que serán consumidores de este producto, con todos sus pros y contras. Y aunque prácticamente desde el principio los primeros productos que lanzamos en Freshly fueron muy bien recibidos, uno de los momentos más importantes fue entender que todos ellos tenían que evolucionar y no lanzar productos porque sí, sino escuchar a la comunidad y capturar sus necesidades. Esto fue clave en todo el proceso de crecimiento.

¿Qué valores personales y profesionales guían tus decisiones en el negocio?

Respecto a los valores personales y profesionales en común, me identifico con la autenticidad, la transparencia, la sostenibilidad y la pasión por mis proyectos. Siempre he tenido la creencia de que una empresa debe ser un reflejo de quienes la construyen y ayudan a que crezca. Por eso, la clave ha estado en cuidar mucho de nuestro equipo, y también de nuestra comunidad. Y por supuesto, la innovación constante, cuestionarnos, aprender y evolucionar siempre.

¿Qué papel juega la comunidad y el feedback de vuestros clientes en el desarrollo de productos?

La comunidad, y el feedback que nos da, juega un papel absolutamente central. Desde el principio, Freshly ha sido pensada para la comunidad, para proporcionar soluciones eficientes y reales a los problemas de piel de quienes confían en nosotros. Escuchamos activamente sus necesidades, sus propuestas y también sus críticas. Son los que nos ayudan a mejorar y nos inspiran para innovar, sin comunidad no hay evolución y algunas de nuestras decisiones más importantes han salido directamente del feedback de ella.

¿Cuál es la cualidad que más valoras de un emprendedor? ¿Hay alguna que eches en falta en los emprendedores que conoces?

Sobre todo valoro mucho la capacidad de adaptarse y de mantener una visión a largo plazo, pero sin dejar de actuar en el momento. Aunque también añadiría la humildad para aprender y para rodearse de gente que ha llegado donde tú quieres estar, creo que es la mayor motivación e inspiración. A veces echo en falta más enfoque en el propósito, por qué si algo tengo claro, es que emprender no debería ser solo una cuestión de negocio, sino de impacto.

En una frase, ¿qué es para ti el liderazgo?

Liderar es la capacidad de crear un entorno donde las personas se sientan seguras para crecer profesionalmente y contigo, aportando lo mejor de sí mismas.