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El Pontevedra nadó pero se ahogó en la orilla en un meritorio partido donde tuvo contra las cuerdas al Getafe, otro Primera que vivió el infierno de Pasarón, aunque salió vivo y aplicando el decálogo de Bordalás: pérdidas de tiempo, faltas e interrupciones durante todo el partido.

El Getafe sabía a qué se enfrentaba y no perdió el tiempo. Sacó de centro y esa primera posesión terminó en gol de Álvaro. El tanto fue celebrado en una de las esquinas de Pasarón, donde estaba la escasa representación de aficionados getafenses, mientras que los hinchas locales no se amedrentaban. Eso sí, los jugadores notaron el golpe como una bofetada en frío y titubearon durante varios minutos, incapaz de superar a los de Bordalás.

Superado el cuarto de hora, el Pontevedra se hizo con el balón; Samu Mayo, Iago Novo y Dalisson comenzaron a entrar en juego, pero los ataques del Pontevedra seguían siendo estériles y apenas generaron problemas a la defensa del Getafe.

Hasta el minuto 34, cuando un centro de Dalisson llegó a Héctor Hernández y su remate se estrelló en un defensa cuando Pasarón cantaba el gol.

Expulsión

La ocasión espoleó al Pontevedra, y de nuevo Dalisson tuvo el gol, pero el balón se topó con Letacek, el portero getafense. Los nervios del Getafe se tradujeron en la expulsión del autor del gol, Álvaro, que pasaba de héroe a villano. Al delantero le costó abandonar el terreno de juego, en medio de una trifulca entre jugadores de ambos equipos, y cuando lo hizo fue entre los silbidos de la afición y gritos de ‘fuera’.

Antes de marcharse a los vestuarios, el Pontevedra tuvo la última ocasión; una mala salida de Letacek que no supo aprovechar Javi Fontán cuando se cumplía el minuto 45 de partido.

El larguero impidió el empate

El Pontevedra salió igual de enchufado en la segunda parte y Xabi Domínguez, recién entrado tras el descanso, tuvo la mejor ocasión con un fuerte remate al larguero desde fuera del área. El balón era propiedad de los pontevedreses, que dispusieron de varias ocasiones, por medio del propio Domínguez, Mario Gómez y de Iago Novo, todos con disparos desde fuera del área.

Entre ellas, un doble susto del Getafe con Uche como protagonista; primero, con un remate que salió muy desviado y, después, con un centro chut que no llego a rematar Carles Pérez, una de las apuestas de Bordalás para la segunda parte.

Los últimos minutos fueron de agobio para el Getafe, que se quedó con 9 por expulsión de Diego Rico y que sufrió hasta el final el acoso de un Pontevedra que remató el partido entre vítores de una afición que supo reconocer el esfuerzo del equipo, a pesar de que el sueño de la Copa remató con el pitido final del árbitro.