"Cuando estoy en la bici nunca me encuentro mal", dice Iván García, campeón de la Copa de Galicia 2024 de Pumptrack. A sus 21 años, el deporte ha sido su gran salvavidas frente a la colitis ulcerosa, una enfermedad autoinmune con la que convive desde 2020.
Iván descubrió su pasión por la bicicleta a los 13 años, cuando él y su padre construyeron una pequeña rampa en casa para practicar saltos. Siempre apoyado por su padre, un apasionado del enduro y el motocross, Iván mejoró rápidamente y desarrolló una conexión especial con el deporte.
Lo que empezó como un pasatiempo fue creciendo hasta convertirse en su mayor motivación. Con el tiempo, decidió competir, consiguiendo subirse a podios en Galicia y Portugal. Sin embargo, en 2020 su vida dio un giro: el diagnóstico de colitis ulcerosa frenó su progresión deportiva. "Estuve tres años en brote y la enfermedad me anuló totalmente", recuerda Iván. Fue un período frustrante, en el que aunque seguía compitiendo y no le faltaban ganas ni empeño, su cuerpo "no podía más".
"Estuve tres años en brote y la enfermedad me anuló totalmente"
Además, la situación se complicaba por la medicación inmunosupresora que debe tomar: "cualquier enfermedad me afecta mucho más; una gripe me mata", comenta. La colitis ulcerosa también ha mermado su capacidad física. "Me acostumbré a ir a las carreras y no ser capaz de terminarlas", explica. Pero, a pesar de las dificultades, Iván ha logrado sobrellevar el proceso, gracias en gran parte a su carácter optimista; "nunca he sido de planificar las cosas demasiado, me gusta improvisar", confiesa.
El reto de aceptar la enfermedad
Iván García
"Al principio, mi padre no lo llevó muy bien, pero yo intentaba restarle importancia", recuerda Iván. "Los primeros meses yo no me daba cuenta: cuando salía con la bici no me encontraba mal, pero al volver a casa sí que me daba el bajón".
Sin embargo, en 2021, la colitis empezó a afectarle aún más, llegó a pesar solo 48 kilos y comprendió que las cosas no mejorarían tan rápido como esperaba. "Ahí fue cuando acepté la enfermedad", reconoce; "al principio no la notaba tanto, pero va calando poco a poco y afecta a todos los aspectos de tu vida", dice, haciendo referencia a como tuve que avandonar los estudios durante dos años.
Los beneficios de hacer lo que le gusta
Todo empezó a mejorar en el verano de 2022, cuando Iván comenzó a ganar peso y volvió a rendir mejor en las carreras. Animado por su progreso, se inscribió en un Ciclo Medio de Carpintería, aunque un nuevo brote lo obligó a dejar el curso poco después.
Poco tiempo después, el destino le dio una oportunidad inesperada y lo llamaron para trabajar diseñando circuitos de pumptrack y dando clases a niños. "Creo que eso fue lo que me sacó del brote", afirma. Actualmente, Iván entrena a jóvenes promesas en el Club Ciclista Val do Ulló, en Vilaboa.
Grupo Pumptrack Val do Ullo
"Es un deporte muy divertido y para un niño que está empezando es muy agradecido", explica. Así, el entrenador indice en que no se necesita una buena forma física para empezar y en el rápido progreso que se acostumbra tener. "Ir progresando y ver que te salen las cosas bien es lo que hace que te enganches", reflexiona. Tras dos años dando clases a los niños, Iván asegura que es un trabajo muy agradecido y que siempre le levanta el ánimo.
La mirada puesta en el futuro
Iván tiene muy claro su futuro. "En lo profesional, quiero seguir creciendo y dando clases a los niños", comenta. "En lo deportivo, mi objetivo para este año es optar a la Copa de España". Espera poder completar todo el campeonato por primera vez, ya que hasta ahora solo ha podido participar en algunas pruebas sueltas.