Vigo ha sido el escenario de innumerables producciones cinematográficas a lo largo de los años. Cada uno de los rincones de la ciudad olívica ha conseguido enamorar a diferentes directores y productores de todo el mundo, convirtiéndose en un plató ideal de innumerables historias. Recientemente, la ciudad se destacó como protagonista en el estreno internacional más visto en la historia de Amazon Prime Video, llevando su encanto y belleza a las pantallas de millones de hogares alrededor del mundo. Pero ¿cuál fue la primera película de la historia con la que debutó Vigo? Te lo contamos en Treintayseis.
El filme con el que debutó Vigo como plató de cine data, nada más y nada menos, que del año 1923. Se trata de Maruxa, una película muda rodada en Galicia. Se estrenó el 11 de noviembre de 1923 en los cines de Madrid, Alcorcón, Alcalá de Henares, A Coruña, Valladolid, Granada, Toledo y Valencia, y el 10 de enero de 1924 en el resto de los cines de España.
Maruxa, la primera película viguesa
La película Maruxa, estrenada en 1923, marcó un hito en la historia del cine en Vigo al ser la primera producción filmada en la ciudad. Este filme no solo destacó por su relevancia histórica, sino que también puso de manifiesto los encantos de Vigo. Desde entonces, la ciudad ha continuado siendo un atractivo plató cinematográfico, con numerosas producciones que sabido aprovechar al máximo la belleza de la ciudad olívica.
Esta película considerada la primera producción cinematográfica de Vigo estuvo dirigida por Henry Vorins. Basada en la zarzuela homónima de Amadeo Vives, esta obra fue producida por Celta Films y filmada en los alrededores de la ciudad con Paulette Landais y Florián Rey como protagonistas. La trama se centra en un melodrama amoroso que sigue a Rosa, una joven heredera que regresa a Galicia tras pasar años en un internado. Sus tutores, Buenaventura y Dorotea, desean casarla con su hijo Antonio, pero ella está enamorada de Pablo, un humilde pastor al servicio de Don Buenaventura.
En medio de esta historia se encuentra Maruxa, una mujer sencilla que también siente amor por Pablo. Al ser analfabeta, le pide a Rosa que le ayude a escribirle una carta para concertar un encuentro. Sin embargo, Rosa aprovecha la situación para citar a Pablo antes y asistir ella misma a la cita. Los planes se complican cuando Antonio descubre la carta, revelando así el enredo amoroso entre los cuatro personajes.
Aunque la película era muda, incluyó subtítulos en gallego redactados por Manuel Lugrís Freire, poeta y uno de los fundadores de la Real Academia Galega. Así, Maruxa no solo marcó el inicio del cine en Vigo, sino que también dejó una huella imborrable en la historia del séptimo arte gallego.