La actriz y bailarina gallega Janet Novás ha sido galardonada este jueves con el Premio Nacional de Danza 2025 en la modalidad de interpretación.
"La danza tiene mucho poder, porque es volver al cuerpo. Hay que volver a la carne, a la calle, a la verdad, hay que volver a la coherencia, y el cuerpo nos trae todo eso. Es el que nos va a salvar, porque estamos en una situación muy crítica. De todo lo que está sucediendo con Gaza y con muchísimas otras cuestiones, pero ahora mismo el tema de Gaza es un tema grave", ha reivindicado en declaraciones a Europa Press.
"Evidentemente, la danza no soluciona el problema, desgraciadamente --ojalá--, pero volver al cuerpo y volver a sensibilizarnos es importante", ha defendido la artista nacida en O Porriño, que ha pedido "espacios" que sensibilicen sobre la importancia del cuerpo, así como políticas culturales que permitan que exista un "tejido fuerte".
"La danza nos coloca en un lugar de más verdad y de más coherencia", ha asegurado, por lo que son necesarios "esos espacios que generen --que pueden ser tanto desde los teatros como dentro de actividades, dentro de las escuelas--, a que esté más presente el cuerpo".
En ese sentido, Novás ha reiterado sobre el "estado delicado" en el que se encuentra la danza en España, para después asegurar que hay "muy poquita" programación en los teatros y, aunque hay ayudas culturales a la creación, luego no se representa.
La bailarina y actriz ha dedicado el premio a "mucha gente que no obtiene reconocimientos" y ha esperado que este reconocimiento se traduzca en "contratación". Novás estrenará en noviembre su trabajo 'PROTO SN1806' en Valencia.
"Estoy muy agradecida con el premio, evidentemente, agradecida a los que decidieron concedérmelo a mí, porque sé que hay muchísima gente que se lo merece y que podría haberlo recibido, pero ojalá los premios se traduzcan también en algo más a largo plazo", ha añadido Novás, que en 2024 recogía el Goya a Mejor Actriz Revelación por su trabajo en 'O corno'
Al hilo, ha reconocido que no son "fáciles de gestionar" emocionalmente, porque aunque conllevan un "subidón", luego no hay "estructura donde caer".
"Tampoco se traducen en una cantidad de trabajo. Trabajo hay, no me voy a quejar, tengo trabajo, pero no se traduce en una cantidad de programación. Yo tengo una de mis últimas obras, con la que estoy súper contenta, que este año ha tenido dos funciones, o tres, no más. Y es una obra que funciona, que cuando se ha presentado en los teatros ha funcionado muy bien, entonces no es una cuestión de que no le llegue al público, es una cuestión de apuestas y de que no hay programación", ha terminado.
