Durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), Galicia fue escenario de importantes enfrentamientos contra las tropas napoleónicas. Uno de los episodios más destacados tuvo lugar en la localidad de Ponte Sampaio, donde el pueblo gallego logró una significativa victoria sobre el ejército francés.
En cuanto a la alimentación de las tropas durante este conflicto, es relevante mencionar que, en el contexto de las guerras napoleónicas, los franceses se alimentaron con un producto elaborado en Porriño (Pontevedra). Se trata del conocido pan munición.
Cabe destacar que O Porriño es uno de los referentes en la panadería gallega, con una tradición que supera los 450 años. Su importancia se hizo aún más notable durante la ocupación napoleónica en 1809.
O Porriño, situado en la provincia de Pontevedra, es un pueblo con una rica historia y un importante legado artesanal. Es especialmente conocido por su papel en la elaboración del llamado pan munición, un alimento fundamental durante la Guerra de la Independencia que sirvió de sustento a las tropas napoleónicas.
O Porriño cuenta con una tradición panadera de más de 450 años, lo que lo ha convertido en una de las capitales del pan en Galicia. Durante la ocupación napoleónica en 1809, sus hornos trabajaron a pleno rendimiento para abastecer de pan a las tropas francesas, consolidando su fama. Con el tiempo, esta tradición se ha mantenido, y hoy en día el pan de O Porriño es reconocido por su calidad, su miga esponjosa y su característico sabor.
Cabe destacar que esto viene a raíz de que, durante la Guerra de la Independencia, el ejército del mariscal Soult recorrió Galicia, tomando el control de localidades clave. Cuando las tropas francesas llegaron a O Porriño, la economía del pueblo se vio profundamente afectada, ya que los invasores no llevaban consigo grandes reservas de alimentos y dependían tanto de los recursos locales como del saqueo para abastecerse.
Sin embargo, ¿qué es el pan munición? Se trata de un tipo de pan de larga conservación que se elaboraba para abastecer a los ejércitos en campaña. Su nombre proviene de su función esencial en la logística militar, ya que era un alimento básico y resistente que acompañaba a los soldados en el campo de batalla.
Este pan solía ser más compacto, con menor contenido de agua y una corteza más gruesa para preservar su frescura. Aunque hoy en día no se elabora con la misma finalidad, la tradición panadera de O Porriño sigue siendo una de las más reconocidas en Galicia.
Su elaboración sigue un proceso pausado que abarca el amasado, una fase de fermentación y la cocción en hornos de piedra o de materiales refractarios. La receta incluye harina de trigo blando, masa madre, una pequeña cantidad de levadura, agua en una proporción del 60% respecto a la harina y sal.
En definitiva, el pan de O Porriño se convirtió en uno de los grandes referentes de la panadería gallega, conocido por su miga esponjosa, su corteza crujiente y su sabor inconfundible. Su origen se remonta a siglos atrás, cuando los molinos de la zona, aprovechando la abundancia de agua en la comarca, producían harina de alta calidad que se empleaba en la elaboración de un pan que terminó adquiriendo gran fama.
A pesar de su vinculación histórica con la guerra, este pan ha trascendido su pasado bélico y hoy es un producto estrella de la gastronomía gallega. La localidad de O Porriño sigue siendo un centro panadero de referencia, y sus hornos continúan elaborando este pan de manera tradicional, atrayendo tanto a locales como a peregrinos del Camino Portugués, que encuentran en él un alimento nutritivo y sabroso.
Actualmente, el pan de O Porriño se mantiene como uno de los más apreciados de Galicia, y su tradición sigue viva gracias a panaderos que respetan los métodos artesanales de antaño.