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Vox ha suspendido e inhabilitado a su cabeza de lista por Pontevedra durante las elecciones generales de 2019, Antonio Budiño. El general retirado del Ejército de Tierra fue parte del centenar de afiliados que denunciaron en febrero la falta de democracia interna en el partido.

Budiño aterrizó en la tercera fuerza política de España con el objetivo de relacionar los valores del Ejército con los ideales de Vox. Entonces, el general creía en los principios de un partido que considera que ahora es "fanatizado, manipulador y falsario".

"Espero que antes de que se cumplan esos cuatro años de suspensión e inhabilitación que me han impuesto por ser libre y decir la verdad, ustedes reciban de los ciudadanos lo que se merecen por falsarios y traidores a sus propios principios fundacionales", escribió el pasado viernes Budiño.

Desde entonces, el general ha recalcado en diversos medios de comunicación y a través de cuenta personal de X (antiguo Twitter) que él no ha cambiado de principios y valores en estos seis años. "Vox sí que ha cambiado en ese periodo de tiempo, mucho y para mal", ha aseverado.

"Lo más doloroso es que están engañando a mucha gente, escondiéndose detrás de una bandera que no les pertenece", ha añadido en un mensaje a través de redes sociales sobre lo que considera "una gota más en un vaso ya rebosante".

Reivindicó la "refundación" del partido

De esta forma, el partido liderado por Santiago Abascal ha respondido a los críticos que en febrero de 2025 firmaron la llamada Declaración de Barajas. Casi un centenar de afiliados y exmilitantes de Vox exigieron a su líder rendir cuentas y convocar un "congreso refundacional".

Además, denunciaban la falta de democracia interna del partido y la pérdida de importantes nombres durante los primeros años de la formación, como lo fueron Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio o Macarena Olona.